- 1. El plástico se creó para durar. Tanto que tarda en descomponerse entre 15 y 1.000 millones de años. Además, lo hace dividiéndose en pequeñas partículas que se mezclan con el entorno.
- La mayor parte de las bolsas de plástico que consumimos no se reciclan sino que acaban en vertederos. Como son muy ligeras, es fácil que el viento las arrastre hacia el bosque o el océano, donde el problema de contaminación por plástico es más que serio. Se han encontrado residuos hasta en el Ártico.
- La presencia de plástico en el entorno causa la muerte, directa o indirectamente, a miles de aves marinas, tortugas… cada año.
- Se necesita la friolera de 12 millones de barriles de petróleo para producir los 100.0000 millones de bolsas de plástico. Parece una cifra enorme pero representa el consumo anual de un solo país: Estados Unidos. En España, gastamos unas 300 por año y habitante.
- El petróleo empleado para crear 14 bolsas de plástico sirve para llenar el tanque de gasolina de un coche. En cambio, la vida útil media de una bolsa apenas pasa de los 10 minutos.
- No usar plástico ayuda a comprar comida buena. Según un reciente estudio de la Universidad de Harvard, quienes emplean bolsas reutilizables para ir al super mercado optan por comida orgánica y local.
- Ese mismo estudio señala que quienes han dejado las bolsas de plástico no solo apuestan por la agricultura ecológica o los productos artesanos. También se dan un capricho. La mayoría de las bolsas (de tela) analizadas, incluían algún “premio” para el comprador, como un dulce.