En una gran batalla, que rozó las tres horas de juego, el español Rafael Nadal venció en tres sets a un Diego Schwartzman (20° del mundo) que desplegó el mejor tenis posible, en lo que fue el plato de fondo de la jornada nocturna del último major del año. Si bien el partido se resolvió en solo tres mangas, el encuentro tuvo otro contexto, muy alejado de los fríos números que nos dejó.
Cambiante e incierto. Así fue gran parte del cruce. El primer set arrancó con un Rafa en modo demolición, en menos de 20 minutos se puso 4-0. Sin embargo, el argentino demostró porqué debemos olvidar su estatura (1.70) y resaltar el gran aplomo que muestra en las grandes citas. Inmediatamente igualó el marcador 4-4 con puntos que fácilmente entran al top ten de los mejores del torneo.
A pesar de ello, del otro lado se encontraba un Rafa que, ante las caídas sorpresivas de Djokovic y Federer, veía una inmejorable oportunidad de coronarse por cuarta vez en Flushing Meadows, por lo que el español apretó y terminó llevándose el set por 6-4 al quebrar en el décimo game el servicio de Diego.
El segundo set tendría la misma tónica; el de Mallorca arrancando como una locomotora (5-1), para que después el rioplatense encuentre la paridad (5-5). Es aquí donde Diego flaqueó en momentos cruciales y cuando servía para forzar a un tiebreak, Rafa quebró y se adueñó de la segunda manga. El español no quería alargar más la historia y se llevó con más holgura el tercer set por 6-2. El italiano Matteo Berrettini es el siguiente escollo.
L.P.R.