En la carrera por mantener la juventud y mantener un excelente estado físico se ha popularizado el consumo del colágeno, una proteína que se encuentra presente, tanto en alimentos de origen animal, como en novedosas presentaciones hechas en polvo, barras energéticas, cápsulas bebibles o masticables, etc.
El colágeno es una sustancia de gran importancia para nuestro cuerpo, ya que esto supone, aproximadamente, un cuarto del total de proteínas y está presente en la piel, los huesos, los ligamentos, los tendones y cartílagos, a los cuales dota de una resistencia y elasticidad, además, de resultar imprescindible para los músculos y órganos.
Asimismo, es un hecho que al encontrarlo en numerosos alimentos, su consumo favorezca al control y recuperación de esta sustancia en nuestro organismo, el cual sufre un desgaste natural producido por el paso de los años, entonces nacen las preguntas ¿Qué tan cierto son sus beneficios? ¿Cuál es la forma correcta de consumirlo?
Diferentes estudios han ratificado su efectividad en cuanto a la mejora de síntomas del envejecimiento en la piel, pues, además, de aportarle elasticidad, aumenta su hidratación y la densidad de colágeno. Pese a esta información sus consumidores difícilmente podrían afirmar si esto funciona, por lo que se recomienda llevar a la par una dieta saludable para sentir los resultados.
En cuanto a su forma de consumo, tanto en su presentación integral, cuyos componentes actúan durante su digestión y su presentación hidrolizada, la cual actúa como estimulante para su producción, aportarían la sustancia al cuerpo facilitando el modo en que pueda ser absorbido.