En la noche de Navidad, diversos medios informaron que Nilo Burga fue encontrado sin vida en la habitación del Hotel Luz y Luna, ubicado en Magdalena. Cuando los agentes de la División de Homicidios de la Policía Nacional del Perú (PNP) llegaron al lugar de los hechos, descartaron de inmediato la hipótesis de un suicidio. Los cortes en el cuerpo de Nilo Burga, sumados a la posición en la que fue hallado, indicaban claramente que no se había cortado el cuello por su propia voluntad, sino que fue asesinado.
En declaraciones a RPP, el abogado de Burga Malca, César Euscátegui, planteó la posibilidad de un suicidio, señalando que su defendido podría haber tomado esta drástica decisión debido a un estado de depresión por las investigaciones y denuncias que enfrentaba por el escándalo de Qali Warma.
Aunque el letrado no profundizó sobre el tema, señaló que se encontró un documento que había sido escrito por otra persona, pero llevaba la firma de Burga. “Su deceso es una desgracia. Está en materia de investigación la causa de su muerte. Por el momento, tenemos conocimiento de que habría dejado un documento”, declaró.
Según fuentes policiales de La República, Nilo Burga Malca fue asesinado de seis puñaladas en diferentes partes del cuerpo (cuello, torax y brazo derecho con heridas profundas. El certificado de necropsia determinó que el empresario falleció desangrado debido a las lesiones graves causadas por un arma blanca. En la habitación se encontró dos cuchillos de cocina ensangrentado sobre la cama, a pocos centímetros de donde yacía el cadáver, y un tercer cuchillo, aparentemente limpio, sobre un sillón.
Por el momento, se sabe que la Fiscalía debe someter la presunta carta a un peritaje de grafotecnia para determinar quién fue el autor de la misma y si es posible, la fecha y la hora en la que fue escrita.