Se trata de tres personajes que pertenecen a la primera línea, la cual, da respuesta ante cualquier incendio que amenace el patrimonio natural del Santuario Histórico de Machu Picchu y sus zonas de amortiguamiento, ubicados en la provincia de Urubamba, Cusco.
En primer lugar, se encuentra Roberto Quispe, hombre que ha logrado sofocar 70 incendios forestales, quien sostiene nunca será un héroe. De esta manera se lo jura a su esposa Milagros cada vez que sale de madrugada ante el llamado de emergencia, cuando el fuego arde en algún rincón del Santuario Histórico de Machu Picchu (SHM). “Yo quiero que seas un bombero forestal responsable, no un héroe”, le advierte. Asimismo, Elmer Quiñones, quien actualmente es guardaparque del puesto de control de Huayabamba, en el Camino Inca, manifiesta que la gente los apoya, sobre todo para el acarreo de agua, puesto que, no pueden perder a un bombero.
Finalmente, Jessica Morón es una ingeniera agrónoma que dice haber sentido una mezcla de sentimientos desde el temor de quemarse hasta lo que le podría pasar a su equipo. Ella es responsable de la actividad de prevención y control de incendios forestales en el SHM.
L.P.C.C.