Para América Latina y el Caribe, una de las regiones más vulnerables frente al cambio climático, es determinante hacerle freno al aumento de la temperatura a 1,5 por encima de los niveles preindustriales y, de esta manera, reducir la gravedad de los impactos.
De hecho, en 2020, el sur de la Amazonía sufrió una de las peores sequías en 50 años; además, Centroamérica experimentó un récord de huracanes e inundaciones. Como consecuencia, Guatemala perdió casi el 80% de su cosecha de maíz.
Por otro lado, la vicepresidenta de uno de los equipos de trabajo del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, Carolina Vera, explicó que “a medida que aumente la temperatura, aumentará también la frecuencia y la gravedad de estos eventos”.
Finalmente, la COP tiene el deber de poner al mundo en rumbo a cumplir la promesa de los 1,5 grados; así lo recordó Manuel Pulgar – Vidal, líder de la Práctica Global de Clima y Energía de WWF Internacional.
L.P.C.C.