El pasado 29 de enero, los pobladores de la comunidad de Larancahuani, en la provincia de Azángaro, región Puno se vieron sorprendidos por la repentina caída, en principio, de tres objetos de forma esférica, de apariencia metálica, causando conmoción y curiosidad entre ellos.
Tras una inspección en el área por parte de la Agencia Espacial del Perú – CONIDA, en conjunto con los comuneros de Larancahuani se logró determinar que la cantidad total de objetos caídos era de cuatro, los cuales según se determinó son tanques propelentes de satélites, encargados de almacenar combustible y que aparentemente habían caído en la zona por la desintegración de algún satélite caído a la superficie terrestre.
Gustavo Henríquez, secretario general de la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (CONIDA), indicó que por el momento no se tenía certeza respecto al tipo de satélite que se habría precipitado a la Tierra ni que función cumpliría, además que aún está en materia de investigación la trayectoria que habría tenido el satélite.
Por el momento, se ha indicado a los pobladores de la comunidad no acercarse a los objetos hasta que terminen las pesquisas respecto a su peligrosidad, aunque ya está descartada cualquier posibilidad de contaminación química, dado que los tanques ya estaban vacíos cuando cayeron a tierra, sin embargo, todavía está en proceso de evaluación si existe algún tipo de peligro de contaminación por radiación.
Se sospecha, por las inscripciones en alfabeto cirílico encontradas en los objetos esféricos, que la procedencia del satélite podría ser rusa, aunque ese detalle todavía no está determinado con precisión y se esperará a que terminen los análisis a fin de dar conocer exactamente todas las características de los tanques caídos en Puno.
