El miércoles 3 de marzo, minutos después de que el prototipo del cohete Starship (SN10), de la sociedad SpaceX, aterrizara sin ningún problema en su vuelo de prueba a gran altitud desde Boca Chica (Texas), explotó.
Sin embargo, un comentarista de la empresa del magnate Elon Musk, en el video que se transmitió en vivo del vuelo de prueba, calificó como “un magnífico aterrizaje” la hazaña, luego de varios fracasos en las anteriores pruebas del vehículo.
SpaceX ya lo había intentado anteriormente con otros dos prototipos. En diciembre pasado con el prototipo SN8 (que explotó en cuanto tocó el suelo) y a inicios de febrero el SN9 (que corrió la misma suerte).
Este es el tercer intento del Starship por completar un aterrizaje en pruebas, pero con una versión mucho más compleja y con tres motores de sus cohetes comerciales. Sin embargo, es la primera vez que el proceso se completa hasta el punto de quedar en vertical.
“¡El equipo de SpaceX está haciendo un gran trabajo! Un día, la verdadera medida del éxito será que los vuelos de Starship sean algo común”, fue uno de los dos mensajes que escribió Elon Musk en su cuenta de Twitter.
La compañía del multimillonario Musk espera realizar un vuelo con tripulación alrededor de la Luna en 2023 y, progresivamente, avanzar hasta poder llevar humanos a ese satélite.
Según SpaceX, Starship será el vehículo de lanzamiento más poderoso del mundo jamás desarrollado, con la capacidad de transportar más de 100 toneladas métricas a la órbita terrestre.
G.S.S.V
