En una entrevista dada a la cadena de televisión estadounidense CBS, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salam, informó que de darse una guerra con Irán, el precio de petróleo subiría a “números inimaginablemente altos”, arruinando la economía mundial.
Según las declaraciones del príncipe, el territorio donde se encuentra su país representa alrededor del 30 % del suministro mundial de petróleo, 20 % de los pasajes comerciales y el 4 % del PIB mundial. Imagina que estas tres cosas se detienen. Esto significa el colapso total de la economía global, no solo de Arabia Saudita o de los países del Medio Oriente.
Estas declaraciones se dieron dos semanas después de que 18 drones atacaran a Abqaiq y Khurais el 14 de septiembre, dos refinerías saudíes más importantes, y aunque el grupo yemení de los hutíes, aliado de Irán, se atribuyó los ataques, Arabia Saudí y Estados Unidos culparon a Irán directamente.
Es por ese motivo que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo que su país tenía muchas opciones como respuesta a estos ataques, incluyendo una que sería la definitiva.
X.V.C.