La elección del Perú como primer destino del Papa León XIV tras su reciente elección ha generado esperanza y expectativas tanto en la comunidad católica como en los sectores económicos del país. Chiclayo, ciudad clave en su historia vocacional, podría convertirse en el epicentro de una visita histórica que combine fe, desarrollo y reencuentro con sus raíces.
En los últimos días, medios internacionales y voces cercanas al Vaticano han sugerido que el nuevo Papa León XIV estaría evaluando realizar su primer viaje apostólico al Perú. La ciudad de Chiclayo, ubicada en la región Lambayeque, tiene una fuerte conexión personal con el Sumo Pontífice, quien desarrolló parte de su labor pastoral allí. De concretarse esta visita, se trataría no solo de un gesto espiritual, sino también de una gran oportunidad económica para el país.
Durante una audiencia privada en Roma, el sacerdote peruano Hugo Sánchez presentó al Papa una ruta turística ideada en Chiclayo que recorre lugares emblemáticos de su paso por la ciudad. “Fue bastante emotivo” así lo señaló, destacando la reacción del Pontífice ante la propuesta. Esta ruta incluiría templos, espacios de servicio comunitario y centros religiosos donde Robert Prevost sembró su vocación pastoral.
El posible viaje tendría también un fuerte impacto en la economía local. De realizarse, se espera un repunte en sectores como la hotelería, gastronomía, transporte, producción de recuerdos religiosos (como polos con la imagen del Papa y actividades culturales).
Una figura clave en esta conexión es el padre Edgard Rimaycuna Inga, secretario personal del Papa y natural de Chiclayo. Rimaycuna es recordado con cariño por su comunidad educativa del Colegio San José, donde destacó por su brillante desempeño académico y su temprana vocación religiosa. Su cercanía con el Papa León XIV desde sus años de formación en el Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo ha sido fundamental para fortalecer los vínculos entre el Vaticano y el norte peruano.
Rimaycuna también fue impulsor de la construcción de un oratorio en su colegio natal, con apoyo directo del actual Papa. Este espacio se ha convertido en un símbolo del compromiso espiritual entre ambos líderes religiosos y su comunidad.
La eventual visita del Papa León XIV a Perú no solo consolidaría los lazos espirituales del Sumo Pontífice con el país, sino que también abriría una nueva etapa para el turismo religioso, la economía regional y la identidad católica del pueblo peruano. Chiclayo, cuna de memorias, podría convertirse pronto en el epicentro de una visita que marcará historia.
