Javier Arévalo, quien ocupa la presidencia del Poder Judicial, declaró enfáticamente que ni el Poder Ejecutivo ni el Legislativo tienen la facultad de intervenir de ninguna manera en la designación de jueces y fiscales. Esta afirmación fue hecha en respuesta al proyecto de ley promovido por el congresista Roberto Chiabra.
«En eso voy a ser tajante: la elección de los jueces supremos por el Congreso y de cualquier juez por el Ejecutivo como era antes implicaría la politización del nombramiento porque si el presidente va a nombrar a los jueces es muy posible que nombre a los de su partido. Y tenemos la amarga experiencia que existió en el pasado cuando los jueces supremos eran nombrados por el mandatario y ratificados por el Senado», señaló en un programa local.
Javier Arévalo expresó su consideración positiva respecto a la propuesta de Gladys Echaíz de establecer una escuela judicial, calificándola como algo beneficioso. Sin embargo, aclaró que este tipo de iniciativas para el sector rara vez son consultadas con ellos.
«A nosotros no nos han preguntado, ni siquiera nos han preguntado por una forma de amabilidad. Yo no sé si los congresistas han ido a estas escuelas y han visto el plan de estudio», refirió.
Según la opinión de Arévalo, las reformas para su sector deberían postergarse hasta el próximo Congreso, ya que considera que el actual Parlamento enfrenta un problema grave relacionado con la delincuencia y el crimen organizado.
«Yo creo que el Estado peruano tiene que entender que tiene que invertir en seguridad en salud en justicia en educación porque es lo que tiene que hacer el estado el estado no puede andar arrochando el dinero en otras cosas», remarcó.