Joan Laporta, presidente de Barcelona, detalló cómo se manejó el tema de las entradas en el partido de la Europa League ante Eintracht Frankfurt en el Camp Nou.
Se aseguró que de las más de 29 mil entradas que se pusieron a la venta “grupos organizados y especialistas en la reventa” provocaron que los mecanismos de control que activó el club fueran “insuficientes”. Además, el club concluyó que la asistencia de aficionados del Eintracht superó las previsiones del departamento de seguridad que optó por dejarlos entrar para evitar “situaciones de tensión que hubiesen sido extremas”.
“Se desbordó todo. Entendemos que el club no es el culpable, pero sí que es el máximo responsable porque tenemos que procurar que en la organización de los partidos esto no vuelva a suceder. El club no vendió entradas a los alemanes”, explicó Laporta en una conferencia de prensa.
El vicepresidente de marketing, Juli Guiu, aseguró que las 29 mil 435 entradas que el club puso en venta, los socios compraron más de 7 mil entradas, y posiblemente se las revendieron a los alemanes.
El club activó, como es habitual en los partidos europeos, un sistema para evitar la compra de entradas desde Alemania a través del bloqueo de direcciones IP y tarjetas bancarias de ese país, un sistema que los aficionados del Eintracht sortearon acudiendo a la reventa.
Asimismo, el Barça reconoció que por “un error informático” se vendieron 238 entradas a alemanas y detectó que un touroperador (PU Travel), que habitualmente venden entradas a turistas, “hizo una mala praxis”. La entidad anunció que romperá el contrato con esta empresa.