Un estudio piloto colaborativo y multidisciplinar del grupo de investigación español “Grupo Oftalmo-Biología Experimental (GOBE) de la Universidad Politécnica de Valencia, liderado por la doctora Elena Vecino; ha detectado potenciales biomarcadores de diagnóstico del Parkinson a través de lágrimas, debido a que este mal afecta a varios sistemas no motores y a los nervios periféricos, la secreción lagrimal podría estar alterado y esto podría mostrar un perfil característico en los pacientes.
Si bien previamente se ha utilizado otras pruebas de detección de marcadores de Parkinson, mediante punciones lumbares y extracciones de líquido cefalorraquídeo; el grupo GOBE intenta progresar con un método menos invasivo. Esta prueba trata del análisis de lágrimas individualizadas, en cantidades muy pequeñas (5 microlitros) en pacientes con Parkinson.
Con ello, se comparó la lágrima de 27 “personas control” y 27 pacientes con dicho mal en sus distintas fases degenerativas. Según explica la catedrática Vecino, “la córnea, esa parte transparente del ojo, es la estructura más inervada del organismo, la lágrima que baña esta estructura retiene, entre otras sustancias, las proteínas necesarias para mantener el estado de lubricación en los ojos. Entre estos cientos de proteínas, casi miles que se pueden detectar en una lágrima, se ha visto una tendencia en algunas cuantas a resaltar. Es decir, que aparecen en mayor cantidad en los pacientes de Parkinson”.
La investigadora se muestra optimista con este posible avance y espera poder detectar, de manera efectiva y pronta, la patología que afecta a millones de personas en el mundo. Además, esto podría significar una pronta consideración al tratamiento y conocimiento en el origen de otras enfermedades neurodegenerativas.
B.R.P.