¿Por qué se dijo adiós a los Carnavales de Lima en febrero?

En época de verano era común celebrar la costumbre de los carnavales que se hacia por todo Lima, que desde hace un tiempo están prohibidas. ¿Por qué de cancelación?

En sus inicios, los carnavales duraban tres días seguidos. Foto: Difusión/La República.

Muchos recordamos que en el verano había una actividad que llamaba la atención, donde el pueblo limeño aprovechaba en disfrazarse, hacer canticos, bailar y compartir un buen momento con la gente de barrio durante los Carnavales de Lima.

Fue de los momentos del año más esperados, que se estuvo manteniendo con el paso de los años, modernizándose con añadidos distintivos como los globos de agua y baños de pintura eran los protagonistas en los domingos de febrero.

Anteriormente los Carnavales eran 3 días seguidos, donde las personas se ponían sus mejores trajes para subirse a los carros alegóricos junto a las reinas de belleza. Mientras tanto las personas desde balcones u otras partes de las calles, sorprendían transeúntes con cáscaras de huevo, baldes de agua, harina o pintura.

No obstante, siempre tuvo problemas con los transeúntes y excesos que hizo que en varias ocasiones fuera detenido o prohibido como fue en 1822 sufrió un recorte por parte del Marqués de Torre Tagle o con el mandato del presidente Manuel Prado Ugarteche que decreto su prohibición de la festividad. En 1967, se paralizó el carnaval por dejar 600 heridos y más de 1.000 detenidos solo en Lima.

En los últimos 15 años, las celebraciones como se conocían no se volvieron a repetir en Lima. En algunos veranos hubo intensiones de algunas familias, en especial en el primer puerto, pero no perduraron en el tiempo, ya que agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) y autoridades locales lo impedían.

Esta fiesta tenía como objetivo pasar un buen rato con la gente del pueblo y divertirse, pero se estuvo distorsionando a tal manera que llegaban civiles que se sentían acosados o acosadas por desconocidos que querían echarles agua, o inclusive el robo de pertenencias aprovechando el descontrol de la fiesta.

El gasto de agua por los carnavales superaba los 120 millones de litros de agua en Lima Metropolitana cantidad que sirve para abastecer a un total de 4.800 familias en un mes, precisó la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass).