A propósito de la próxima edición de la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL Lima 2019) que se ha convertido en uno de los eventos culturales más importantes de Perú. Este modesto informe analizará una problemática que sigue latente en Perú. La lectura es uno de las aristas culturales más débiles de la población peruana, que lamentablemente los índices no favorecen nuestra realidad.
Según un informe de la Dirección del Libro y la Lectura del Ministerio de Cultura, el peruano promedio solo lee el 0,86 % de un libro al año. Una encuesta publicada en el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC) reveló que el 35 % de peruanos afirma leer constantemente diarios y libros.
Mencionados datos ubican a Perú en los últimos peldaños del ránking latinoamericano en lectura de libros. Nos deja muy por debajo de países vecinos como Colombia y Chile que tienen un índice de lectura anual de 2,2 % y 4.6 % de libros al año. Y en intencionalidad de lectura, países como Argentina y Brasil superan el 50 % de lectores constantes.
En 2015, un estudio realizado por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IOP-PUCP) determinó los posibles factores que condicionan al poblador nacional a tener un índice de lectura muy bajo:
El primer motivo por el cuál el peruano dice no leer es por falta de tiempo. Según el estudio, un 70,2 % de personas no lee porque sus actividades laborales y cotidianas no le otorgan un espacio para dedicarse a la lectura. Esto es evidente, por lo menos la vida en Lima es un ajetreo fatal que mantiene enclaustradas a las personas en una rutina muy agobiante. Ni siquiera las horas que se pasan en el transporte público son las adecuadas para emprender un tiempo de lectura porque las condiciones de espacio físico lo impiden.
Otro motivo por el cuál no hay un índice alto de lectura es porque al 29 % de peruanos no les gusta leer y prefieren dedicar el poco tiempo libre a otras actividades de entretenimiento. Esto sucede porque desde la educación en casa y en las escuelas no se inculca el amor por la lectura, sino que el arte de leer se presenta como una obligación.
Finalmente y en menor porcentaje hay falta de lectura de un 16,9 % por tener mala visión, un 11,9 % por falta de acceso a libros, un 7,1 % por analfabetismo y un 5,4 % indica que no lo hace por el precio elevado de los libros.
Espacios públicos de lectura:
Es de conocimiento público que 1028 municipios distritales y provinciales en Perú no cuentan con una biblioteca. Y tan solo 806 si cuentan con este servicio público. El problema es que no todas las bibliotecas cuentan con el personal y los espacios idóneos para su correcto funcionamiento.
¿Se fomenta la lectura?
En una entrevista a Alejandro Neyra, director de la Biblioteca Nacional del Perú, afirmó que solo el 2 % de peruanos asiste a las bibliotecas públicas. Es decir, de los 32 millones, solo 64 mil asisten esporádicamente a alguna biblioteca.
Pero, ¿qué se está haciendo para revertir esta situación? Los gobiernos locales han realizado esfuerzos básicos como campañas a través de sus redes o estrategias publicitarias que poco o nada han aportado al incremento de la cultura de lectura.
Hace falta un plan nacional potente que ayude a revertir toda cifra negativa respecto a la lectura en nuestro país. Este tema debería ser una política de estado. La lectura formaría ciudadanos cada vez mejores para nuestra sociedad. ¿Por qué el gobierno no le pone énfasis a solucionar esta problemática? para responder esta interrogante me permitiré citar al Che Guevara, un personaje que no es de mi devoción, pero concuerdo con él cuando decía: «Un pueblo que no sabe ni leer, ni escribir es un pueblo fácil de engañar».
Christian Natividad Moreno
10-07-19
