
Petroperú se encuentra en medio de una complicada situación financiera y operativa tras la salida de Altamesa Energy Canadá como socio en la operación del Lote 192, uno de los yacimientos más importantes del país, ubicado en la región de Loreto. La salida de Altamesa, ocurrida debido a la falta de solvencia financiera para asumir el 61% de participación en el proyecto, ha dejado a la empresa estatal en una posición delicada, pues los pasivos del contrato serán asumidos por Petroperú mientras se busca un nuevo operador.
Según Alejandro Narváez, presidente de Petroperú, la empresa está en conversaciones con Perupetro para encontrar un nuevo socio privado que se encargue de la mayor parte del Lote 192. Entre las opciones están la gigante petrolera saudí Aramco y la estatal china CNPC, con las que ya existen negociaciones. Sin embargo, este proceso se complica debido a la ausencia de producción en el lote desde principios de año, lo que ha generado tensiones adicionales. La empresa busca evitar ejecutar las cartas fianza de 16,77 millones de dólares a cargo de Petroperú y 26,23 millones a cargo de Altamesa, vigentes hasta mayo de 2025.
La situación de crisis se agrava por los cuestionamientos a la falta de avance en la producción del lote, que había sido prometida para marzo de este año por Altamesa, sin que ello se haya materializado. Mientras tanto, el Lote 192, que se considera el mayor productor de petróleo en el país, permanece inactivo. En paralelo, la Contraloría General de la República ha recomendado evaluar la ejecución de las fianzas ante la falta de resultados en el contrato.
Por otro lado, la gestión de Petroperú también se ha visto afectada por las recientes licitaciones de los Lotes I y VI en Talara, en las cuales la estatal ha sido crítica con los procesos impulsados por Perupetro. En el caso de estos lotes, Petroperú quedó fuera de la licitación del Lote I, al quedar en tercer lugar, y no participó en el Lote VI debido a la descalificación de su socio, Aenza, por su vinculación con el escándalo de corrupción de Odebrecht. Estas licitaciones, cuestionadas por la Contraloría, también han sido objeto de críticas, ya que algunas de las empresas precalificadas no tienen experiencia en el sector de hidrocarburos y carecen de la solvencia financiera necesaria.
A pesar de estos desafíos, Narváez aseguró que Petroperú ha logrado estabilizar sus pagos a acreedores y ha conseguido una mejora en su desempeño en el mercado, frente a su competidor privado Repsol. Sin embargo, la empresa sigue lidiando con un capital de trabajo negativo cercano a los 1.800 millones de dólares, lo que la coloca en una situación crítica.
El futuro de Petroperú también está marcado por la necesidad de asegurar la producción en el Lote 192. En cuanto a la transparencia financiera, la empresa ha contratado a PwC para auditar sus estados financieros de 2024, los cuales se publicarán en junio de 2025. Narváez reiteró su compromiso de encontrar un socio financieramente sólido para el Lote 192 y de continuar defendiendo los intereses de la petrolera estatal.
En este panorama, Petroperú se encuentra en una encrucijada, pues la resolución de la crisis del Lote 192 y la estabilidad financiera de la empresa serán clave para definir su papel en el sector de hidrocarburos en los próximos años.