Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo
Periodista: Reg.N°-4654-
Los recordados, e inolvidables fiscales inmaculados, implacables para investigar el escandaloso de la mega corrupción de LAVA JATO; Rafael Vela Barba y José Domingo Pérez, sólo han consumado y consolidado la IMPUNIDAD de Odebrecht desde el momento que, la Fiscalía de Brasil suspende cooperación jurídica con Perú, paradójicamente cuando las elecciones en Brasil lo ganan el ex presidario por corrupción de la misma, Luiz Inácio Lula Da Silva a Jair Bolsonaro.
Escribir y hablar el caso de Lava Jato, en el Perú es discutir, discursear casos de corrupción que involucran a diversas empresas acusadas de pagar coimas a funcionarios públicos para ganar licitaciones de obras públicas, empresas en las que destacan las brasileñas Odebrecht, OAS, Camargo Correa, Andrade Gutiérrez, aunque también incluye a empresa peruana como Graña y Montero.
Lo más indignante es que Odebrecht intenta pagarnos apenas una minuciosa suma de US$240 millones por indemnización, y sinvergüenzamente cancelarlos en veinte años sin intereses a una cifra real que asume a US$2,500 millones que, es la verdadera reparación.
La corrupta empresa Odebrecht sobornó a varios cuatro jefes de Estado, entre ellos, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski; Martín Vizcarra, y diversas autoridades estatales, generando así el estropicio moral sin precedentes en el Perú, o el más escandaloso que pudiese imaginar nuestra sociedad. Con un poco de memoria ubiquémonos en esas millonarias donaciones ilegales que Odebrecht transfirió a partidos políticos para financiar campañas electorales de los principales candidatos a la Presidencia de la República peruana.
No basta con una billonaria reparación civil, esto amerita una cadena perpetua para todos los altos ejecutivos de Odebrecht que frecuentaron en esta feria de ¡mega corrupción! Ha transcurrido seis años que el Perú conociera tamaño atentado moral que afectó al bolsillo de su pueblo. Sin embargo, apenas en uno de decenas de expedientes el correspondiente a Ollanta y Nadine Humala la pareja del dúo dinámico de los fiscales conformados por Rafael Vela Barba y José Domingo Pérez han logrado presentar acusación ante un juzgado, proceso que todavía se encuentra en etapas preliminares, y cuyo trámite judicial amenaza durar aproximadamente una década. Vaya suerte de la pareja presidencial. Asimismo, de Alejandro Toledo, y el lagarto Vizcarra. No olvidemos que el virtual presidente del Brasil, Lula Da Silva es el que defiende a esta red delincuencial, y que muchos de sus adherentes deben estar festejando, y otras élites como los caviares fortaleciéndose.
Para proteger la vigencia del Estado de Derecho en el Perú, la Junta Nacional de Justicia -JNJ- está obligada a investigar, a procesar y a castigar –de manera ejemplar a corto plazo- a ambos fiscales, culpables de la anarquía en que han conllevado al llamado proceso anticorrupción peruano.
La JNJ, deberá remover del cargo a Vela y Pérez, por irresponsables con la mega corrupción desatada por la compañía Odebrecht. Esto, en colusión con sus asociadas peruanas lideradas por Graña y Montero, y respaldada, por el grupo El Comercio.
Es imborrable que, Odebrecht pervirtiera al Perú, la doble moral de El Comercio fue evidente y decidió el triunfo de Pedro Castillo Terrones, es irrebatible que, el diario El Comercio se apiñó a proteger sistemáticamente a los fiscales Vela y Pérez aupándole al rango de la mitificación de semidioses.
No hay que olvidar peruanos, ahora las empresas constructoras líder en corrupción en latino américa se llaman: NOVONOR, antes (ODEBRECHT) AENZA, antes (GRAÑA Y MONTERO) están notificados.