Un ambicioso proyecto espacial en Perú tiene como objetivo revolucionar el transporte internacional, al permitir que los viajes entre Perú y China se realicen en aproximadamente tres horas. Con una inversión de S/1.000 millones, se construirá en Talara, Piura, el denominado Spaceport, que será el puerto espacial más grande de Sudamérica.
Bajo la administración de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), este puerto espacial no solo superará en tamaño al de la Agencia Espacial Europea, sino que también posicionará al país como un actor relevante en la industria aeroespacial global. Su ubicación estratégica cerca del ecuador facilita los lanzamientos espaciales y representa un avance significativo en materia de transporte de alta velocidad.
El Spaceport abarcará más de 1.000 km² y estará ubicado en la base aérea “El Pato” de Talara, elegida justamente por su cercanía con la línea ecuatorial. Según el teniente general José Antonio Martinelli, del Comando Espacial y Ciberespacial de la FAP, este proyecto podría reducir el tiempo de vuelo entre Perú y Beijing a solo dos horas y media o tres.
Los vuelos suborbitales que se proyecta operar desde esta base podrían convertirse en una alternativa a los aviones comerciales, los cuales alcanzan velocidades de hasta 1.200 km/h. En cambio, las naves suborbitales pueden viajar a velocidades cercanas a los 64.000 km/h, haciendo posible los viajes intercontinentales en apenas unas horas. Además del transporte, este desarrollo abriría las puertas al turismo espacial en Perú.
La NASA está involucrada en el proyecto brindando asesoría técnica y apoyo logístico, lo que refuerza la relevancia internacional del Spaceport y promueve el intercambio de conocimiento científico y tecnológico. El astrónomo Víctor Vera, miembro de SPACE-UNMSM, resaltó que esta iniciativa podría inspirar a jóvenes peruanos a involucrarse en áreas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, fortaleciendo a las universidades públicas del país.
El megaproyecto también ha despertado el interés de grandes potencias como China y Estados Unidos, lo que ha generado debates sobre la soberanía nacional. Expertos como Vera han insistido en que cualquier decisión relacionada con este desarrollo debe priorizar los intereses del pueblo peruano y garantizar la autonomía del país.
Además de sus implicancias geopolíticas y tecnológicas, el Spaceport generará empleo en distintas áreas, como ingeniería aeroespacial, logística y telecomunicaciones. Los salarios dependerán del nivel de especialización de los profesionales, convirtiéndose en una oportunidad clave para el desarrollo económico y profesional en la región.