
Una delegación del Ejército del Perú, junto con representantes del Ministerio de Defensa, asistió recientemente a la feria LAAD 25 en Río de Janeiro, Brasil, el evento más importante de América Latina en el sector de defensa y seguridad. Durante su visita, los oficiales peruanos se interesaron en las innovadoras soluciones tecnológicas del fabricante Saab, especialmente en relación con la defensa aérea.
Durante la feria, se presentaron detalles sobre el RBS 70 NG, un sistema de defensa aérea de corto alcance capaz de neutralizar amenazas como drones y vehículos blindados a distancias de hasta 8,500 metros. La posible adquisición de este sistema se sumaría a un paquete de sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) y municiones, aprobado el año pasado, con una inversión de 229.5 millones de dólares.

El RBS 70 NG forma parte del sistema MSHORAD (Sistema Móvil de Defensa Aérea de Corto Alcance), que incluye un radar Giraffe 1X y un sistema de Comando y Control (C2). Este sistema se destaca por su facilidad de operación, permitiendo que una sola persona realice todo el proceso desde el lanzamiento hasta el impacto del misil. Su diseño incorpora una mira mejorada con visión nocturna y guía láser, aumentando así su precisión.
Además, el RBS 70 NG cuenta con tecnologías avanzadas para el rastreo automático de objetivos, así como la capacidad de identificar si un objetivo es amigo o enemigo, lo que minimiza el riesgo de fuego amigo. Estas características hacen que el sistema sea más seguro y efectivo en situaciones críticas.
Es importante señalar que este tipo de misiles ya ha sido adquirido por otros países sudamericanos, como Argentina y Brasil. En 2022, Argentina recibió un número indeterminado de unidades del RBS 70 NG, incluyendo simuladores y capacitación para el personal.
La participación de la delegación peruana en la feria responde a la intención del país de modernizar y fortalecer sus capacidades defensivas. En octubre de 2024, el ministro de Defensa, Walter Astudillo Chávez, presentó un plan ante el Congreso que incluye la compra de aviones Boeing y helicópteros, enfatizando la necesidad de una «capacidad disuasiva mínima» en comparación con otros países de la región, a pesar de las críticas sobre el gasto en un contexto económico complicado.