La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) oficializó el Reglamento del Voto Digital mediante la Resolución Jefatural n.° 000065-2025-JN/ONPE. El documento técnico, compuesto por 39 artículos, establece las disposiciones operativas para esta modalidad. Aunque ya está en vigencia, su aplicación será progresiva y se enfocará primero en miembros de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, peruanos en el extranjero y comunidades vulnerables, como pueblos indígenas y personas con discapacidad.
Además del marco técnico, el Congreso respaldó la iniciativa con 68 votos a favor al aprobar una reforma que incorpora el voto digital en la Ley Orgánica de Elecciones (Ley n.° 26859). Este nuevo capítulo, incluido en el título IX referido a disposiciones complementarias, establece que el sufragio electrónico será voluntario y tendrá el mismo valor legal que el voto presencial. Para acceder a esta modalidad, los ciudadanos deberán registrarse con anticipación dentro de plazos estrictamente definidos.

El texto sustitutorio, impulsado por la Comisión de Constitución y su presidente Fernando Rospigliosi (Fuerza Popular), también dispone que la ONPE elabore planes piloto basados en criterios técnicos, priorizando a ciudadanos con acceso limitado al voto, como personas hospitalizadas, gestantes o quienes trabajan en turnos prolongados.
Con la entrada en vigor del reglamento, el Jurado Nacional de Elecciones asumirá un rol clave en la fiscalización del sistema. Entre sus responsabilidades estarán la supervisión de la seguridad digital, la realización de auditorías del proceso y la publicación de informes públicos, salvo aquella información clasificada por motivos de ciberseguridad.
Asimismo, el JNE será responsable de diseñar campañas educativas para familiarizar a la ciudadanía con esta nueva forma de votar. Estas acciones incluirán talleres presenciales y virtuales, materiales audiovisuales y publicaciones informativas, con el objetivo de reducir la desconfianza en el uso de tecnología durante los procesos electorales.
Aunque la iniciativa ha sido bien recibida por diversos sectores, también ha generado críticas. Algunos congresistas han cuestionado su viabilidad debido a la limitada conectividad en diversas regiones del país y a los posibles riesgos de seguridad informática. Superar la desconfianza será clave, y tanto el JNE como la ONPE enfrentan el reto de garantizar que el nuevo sistema sea accesible, seguro y confiable para todos los votantes.