El día 19 de abril, la líder indígena shipibo-konibo, Olivia Arévalo Lomas, fue asesinada a pocos metros de su casa tras ser disparada en el pecho. El primer sospechoso fue el canadiense, Sebastían Paul Woodroffe. Poco después, fue hallado muerto tras ser linchado.
Los exámenes practicados a la ropa usada por el ciudadano canadiense salieron positivo al hallarse elementos como plomo, bario y antimonio. Además, los casquillos encontrados en la escena del crimen de Olivia Arévalo Lomas presentan semejanza con el arma de fuego hallada al ciudadano canadiense con lo que se corrobora el homicidio de la líder shipibo-konibo por el ciudadano canadiense, según fuentes de la Fiscalía.
La Fiscalía investiga el móvil del crimen y que se busca a Julián Vásquez Arévalo, hijo de Olivia Arévalo, quien presuntamente tenía una deuda de dinero con Woodroffe. Hasta el momento figura como no habido.
Además, la investigación continúa y aún están tras los pasos de quienes acabaron con la vida del ciudadano canadiense.
I. C. T.