Según la NASA, se planeaba que una vez el Peregrine estuviese en la Luna, la instrumentaría estudiaría “la exosfera lunar, las propiedades térmicas del regolito lunar, la abundancia de hidrógeno en el suelo en el lugar de aterrizaje y realizarán un seguimiento de la radiación ambiental”.
El aterrizaje del Peregrine ayudaría a comprender los procesos y la evolución planetarios, mediante la evidencia de agua y otros recursos; asimismo, ayudaría a respaldar la exploración humana sostenible a largo plazo.
Fotografía desde el espacio del Peregrine:
Astrobotic reveló la primera imagen enviada por el módulo lunar Peregrine desde el espacio. En donde se muestra que hay daños en una capa exterior de la nave espacial, tratándose de una anomalía del sistema de propulsión.
Tras aquella publicación, se confirmó la «pérdida crítica de propelente». En la noche del lunes, se precisó que la nave tiene aproximadamente 40 horas de combustible antes de entrar en una caída incontrolable», expone la NASA.
«No creemos que el reingreso de Peregrine represente riesgos para la seguridad. La nave espacial se quemará en la atmósfera de la Tierra. Estamos validando esto mediante análisis en colaboración con el gobierno de Estados Unidos. Continuaremos operando la nave espacial y brindando actualizaciones de estado hasta el final de la misión», afirmó Astrobotic.
El 18 de enero, luego de 10 días, regresó a la Tierra y la nave ardió en nuestra atmósfera a las 4:00 p.m. No obstante, Astrobotic, “indica que el vehículo completó su reingreso controlado de entrada por aguas abiertas en el Pacífico Sur. Esperamos confirmación independiente de entidades gubernamentales”, dijo mediante un comunicado. Se espera una conferencia de prensa hoy, 19 de enero, a las 1:00 p.m.