«¿Para qué un cese sin diálogo?»: Gobierno colombiano duda de prórroga del alto al fuego con disidencias FARC

Las conversaciones se enfriaron tras la retención de 200 militares en el corregimiento de El Plateado.

El 5 de noviembre, el EMC suspendió la mesa de diálogos y la agenda pactada, argumentando incumplimientos por parte del Gobierno.

El ministro de Defensa, Iván Velásquez, cuestionó la necesidad de suspender el cese al fuego cuando no existe un diálogo activo con las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

«¿Para qué un cese sin diálogo? Porque aquí el asunto no es que el Ejército esté reclamando una suspensión de acciones en su contra, por el contrario, las fuerzas militares están con toda la disposición y la voluntad de, cumpliendo los mandatos constitucionales, actuar como le corresponde de acuerdo con la normativa vigente», dijo Velásquez.

El pasado 16 de octubre, se inició el cese al fuego entre el Gobierno y el Estado Mayor Central (EMC), uno de los grupos disidentes de las FARC. Las partes acordaron que el alto a los combates sería por tres meses, para concluir el 15 de enero de 2024.

Sin embargo, el 5 de noviembre, el EMC suspendió la mesa de diálogos y la agenda pactada, argumentando incumplimientos por parte del Gobierno. En los días previos, las conversaciones se enfriaron tras la retención de militares en el corregimiento de El Plateado por parte de la comunidad campesina, supuestamente por coacción de las disidencias.

En consecuencia, Petro ordenó la militarización del cañón del Micay, un territorio ubicado en el departamento del Cauca que estuvo tomado durante años por el EMC. Tras ello, el jefe negociador de la Administración de Gustavo Petro, Camilo González Posso, anunció 15 de noviembre que se retomarían las «reuniones programadas» con los voceros del grupo disidente.