Luego de su viaje a Chile, el Papa Francisco llegó a Perú. Su visita fue del agrado de muchos peruanos que celebraron las actividades realizadas durante cuatro días, en los que se dirigió a Puerto Maldonado, Trujillo y Lima.
Posterior a la misa realizada en la base aérea Las Palmas, Francisco retornó a Roma en un vuelo donde estuvo acompañado de 75 periodistas a los que manifestó que la corrupción se encuentra en el político poderoso, en el empresario que le paga la mitad de sueldo a sus obreros, en la ama de casa que explota a sus mucamas y hasta en la Iglesia donde siempre ha existido el mal. Al respecto, también mencionó que miembros de la Iglesia están dentro de las polémicas del Sodalicio.
«Yo al pecado no le tengo miedo, le tengo miedo a la corrupción, que te va viciando el alma y el cuerpo. Un corrupto está tan seguro de sí mismo que no puede volver atrás. Son como esos pantanos chupadizos que querés volver atrás y te chupa. Es una ciénaga. Es la destrucción de la persona humana», declaró.
Sobre la situación de los últimos presidentes peruanos, el Papa mencionó en una misa a sus obispos “Vuelvo a hablar de política porque me hago una pregunta […] ¿Qué pasa en el Perú que, cuando uno deja de ser presidente, lo meten preso? Humala está preso, Toledo está preso, Fujimori estuvo preso hasta ahora, Alan García que está que entro o no entro. ¿Qué pasa?»
Para el Sumo Pontífice hoy está de moda hablar de Odebrecht, pero es apenas un botón de muestra. Informó que son comunes estos casos en distintas partes de América Latina. En una entrevista que concedió al periodista argentino Hernán Reyes, declaró que el pecador es una persona que conoce los límites mientras que los corruptos pierden la brújula y vive en otro mundo.
A.Z.G
