El Gobierno de Panamá creó este martes 8 de junio una reserva marina de 67.742 kilómetros cuadrados, unos 8.000 km2 menos del total que tiene el país en superficie terrestre.
La reserva está ubicada en el Océano Pacífico y comprende a la cordillera marina de Coiba, un importante ecosistema donde no solo confluye una rica vida marina, sino que también es una gran fuente de alimentos que aprovechan los pescadores artesanales, debido a las nueve cadenas montañosas que la conforman.
Allí conviven tortugas, ballenas, tiburones, bancos de peces, corales y organismos que viven a lo ancho y alto de las montañas de la cordillera, que alcanzan hasta los 3.000 metros de altura. Biólogos marinos calculan que allí viven alrededor de 14 especies de mamíferos acuáticos.
El Gobierno panameño se encuentra en conversaciones con organismos internacionales, incluyendo el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, para proteger la zona de embarcaciones que pueden poner en peligro a la flora y fauna de la reserva, en especial barcos petroleros.
“Estamos estableciendo los mecanismos que permitan vigilar el área, así como la creación de un plan de manejo que coordinamos con el Instituto Smithsonian, que establece la vigilancia, supervisión y control, lo que nos va a facilitar que se cumplan las limitantes que debe tener esta área protegida en el usufructo de sus recursos. Se puede garantizar sin ningún problema su protección”, aseguró Milciades Concepción, ministro del Ambiente de Panamá.
Previamente, la reserva alcanzaba apenas los 17.223 kilómetros cuadrados. Ahora, junto a las reservas marinas de Malpelo y Yuruparí-Malpelo, en Colombia, el área protegida de esa parte del Pacífico alcanza los 121.341 kilómetros cuadrados.
Panamá cumple con las metas de protección establecidas en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, firmado por 196 países para la conservación y la utilización sostenible de los recursos marinos.
Este país, además creó en septiembre de 2015 una reserva marina en la cordillera submarina de Coiba de 17.223 kilómetros cuadrados para proteger la flora y fauna amenazadas, así como recursos pesqueros considerados “críticos” para la nación centroamericana, destaca la publicación del medio español.
Este santuario marino cuenta con el apoyo de expertos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.
El presidente de la República de Panamá, Laurentino Cortizo, firmó el Decreto Ejecutivo que amplía los límites del “Área de Recursos Manejados Cordillera de Coiba”, y modifica algunas disposiciones del Decreto Ejecutivo No.3 del 22 de septiembre de 2015, para proteger la herencia natural del país.
«Con este Decreto Ejecutivo contribuimos a la conservación del ambiente a nivel global, y Panamá se posiciona como nuevo «Líder Mundial Azul», al cumplir nuestro compromiso de alcanzar el 30% de áreas marinas protegidas, 9 años antes del 2030″, manifestó el mandatario tras la firma del Decreto.
E.J.L.T.