El Perú, es el hazmerreír de latino América, sobran payasos que fungen de actores políticos. Esta anécdota permite a los organismos que administran las elecciones, faculte, que los movimientos políticos se inscriban ante dicho organismo para candidatear a la presidencia, y al congreso de la República sin tener un ápice de trayectoria y experiencia que desborde con la sociedad.
Porque los organismos autónomos siguen en inerte complicidad con su negligencia, e incapacidad de no presentar proyectos innovadores con los legisladores, o están siendo indiferentes premeditadamente para no salir de un círculo vicioso con una precaria legislación normativa autónoma que nos hace pensar, que, son ineptos, o lo hacen a medida de algunos politiqueros derrochando dinero significativo, que a las finales ello va a repercutir, perjudicar al País.
Señores funcionarios que encabezan los organismos autónomos ya es hora de velar por el Perú con una normatividad que se ajusten a la realidad de un Partido, y los Movimientos Políticos, o viceversa, es cuestión de un análisis concienzudo, ya estamos agotados que cada lustro termine en suspicacias por la ciudadanía, estamos a tiempo a corregir constructivamente, y sean dignos de no permitir manipularse por el cochambroso dinero.
Ya estamos próximo a las elecciones generales, no deterioremos más de lo que está nuestro Perú, seamos sensatos en vuestro accionar, pensemos en el fututo de los niños; reivindíquense con ellos, señores del Jurado Nacional de Elecciones, JNE, ya es hora, y déjense de cojudeces (Término, que está en RAE) por el bien de la nación.
En lo particular, el JNE, no debe aceptar a los Movimientos Políticos, porque no constituyen una responsabilidad formal que cumplen los partidos políticos, procreando improvisaciones, tránsfugas que desnaturaliza, y caricaturiza un Estado de Derecho; consecuentemente un bodrio.
Para lamentos de uno, y alegría de otros ya inició las inscripciones del festival de las precandidaturas, en el JNE, con normativas hechas con papel de tinta mojada, adrede, o premeditación, que conlleva a pensar en algunos ciudadanos, desconfianza, duda, suspicacia, y recelo. Ya es el momento oportuno y eficaz de aplicar la ponderación, juicio, sensatez, adhiriendo las buenas prácticas, por el desarrollo del país en toda su dimensión; llámese, económica, justicia, educación, salud…etc.
