La comunidad internacional de la ONU, durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad solicitada por Israel, coincidió que se debe evitar la escalada del conflicto en Oriente Medio.
Sin embargo, el embajador de Israel. Gilad Erdan, señaló que nadie tenía derecho a pedir a su país “quedarse de brazos cruzados” luego del ataque con drones y misiles lanzado por Irán contra Israel y los territorios que ocupa en Palestina y Siria.
En la reunión, tanto Erdan como el representante iraní, Saeed Iravani, se acusaron de ser el principal actor de desestabilización regional. Para el israelí, Irán ha llenado la región de ‘proxys’ (agentes delegados) que buscan su destrucción desde Yemen, Líbano o Siria por medio de milicias aliadas.
Por su parte, Iravani recordó las múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad ignoradas por Israel en el conflicto palestino o las atribuciones que dicho país se da de intervenir extraterritorialmente. Por ejemplo, el 1° de abril atacó el Consulado iraní en Damasco, matando a 13 personas sin que la comunidad internacional reaccionara, expuso el iraní.
El secretario general de la ONU, António Guterres, recordó que la ley internacional prohíbe “las acciones de represalia que incluyen el uso de fuerza”, dijo ante el Consejo de Seguridad en la sesión de emergencia convocada.
De igual forma, el líder de la ONU reconoció que tanto Israel como Irán han invocado la carta fundacional de la ONU para justificar su actitud, pero mandó críticas a ambos países: a Irán, por haber lanzado “un ataque de gran escala” contra Israel, y a Israel (sin nombrarlo) por haber atacado el 1° de abril el consulado iraní que goza de “inviolabilidad diplomática”.