Nuevo récord: se vacunó a más de 600 nativos amazónicos Shawi en un solo día

Para lograr esta meta las brigadas de inmunización contra la COVID-19 tienen que recorrer los ríos de la selva para llegar a las numerosas comunidades desperdigadas en la región Loreto

Los comuneros de la etnia Shawi fueron inmunizados contra la Covid-19.

Un nuevo récord en la estrategia de vacunación contra la COVID-19 en beneficio de las poblaciones amazónicas se alcanzó hace unos días, cuando 606 comuneros de la etnia Shawi, en la región Loreto, fueron inmunizados contra la COVID-19.

Para ello, las brigadas de vacunación de la Dirección Regional de Salud (Diresa) tuvieron que desplazarse durante varias horas a bordo de camionetas todo terreno por caminos sin asfaltar, que daban saltos al atravesar los huecos inundados por las lluvias de temporada.

También debieron recorrer la selva a pie, vestidos con los sofocantes trajes de bioseguridad a pesar de las altas temperaturas, y más tarde navegar por los ríos y caños fluviales a bordo de estrechas embarcaciones hechas de añosos troncos: los famosos “peque-peque”.

Fiesta por la vida

La población Shawi, ubicada en la provincia loretana de Alto Amazonas, recibió a los profesionales de salud con un ambiente de fiesta, reunida en buena cantidad en el campo deportivo del distrito de Balsapuerto, a más de tres horas de distancia de la ciudad de Yurimaguas.

En este apartado punto selva adentro, el apu mayor, acompañado por otros líderes indígenas, saludó el arribo de las dosis envidas por el Ministerio de Salud (Minsa) desde Lima, e hizo un llamado a todos los pueblos originarios a tomar la decisión de protegerse de la pandemia.

“Somos 23 mil personas de 378 comunidades y considero que solo con la vacuna vamos a tener mayor defensa para evitar la enfermedad. Por eso invito a las diferentes nacionalidades indígenas a recibirla. Y agradezco al Ministerio de Salud por su arduo trabajo en las zonas más alejadas”, expresó Wilson Tello Cahuasa, presidente territorial de la nación Shawi.

Por su parte, el licenciado Julio Mendigure Fernández, director ejecutivo de Pueblos Indígenas u Originarios del Minsa, indicó que el Estado garantiza que las vacunas lleguen a toda la población, especialmente a la de los lugares alejados.

“El Minsa tiene una estrategia de llegar con las vacunas hasta su propia comunidad,  y lo estamos haciendo con médicos, enfermeras, técnicos, biólogos, odontólogos, con todo el equipo de salud que trabaja para cuidar la vida de la población amazónica”, resaltó.

Entre tanto, las licenciadas y los técnicos en enfermería empezaron con la inoculación, después de que hacer el respectivo triaje, es decir el control de la temperatura corporal y la medida de la presión de los nativos, entre otros exámenes para comprobar el buen estado de salud.

Las cifras

Todas las vacunas administradas fueron de los laboratorios Sinopharm, y se aplicaron en un total de 584 para la primera dosis y otras 22 en el caso de la segunda dosis que cierra la brecha de inmunización.

Mientras los niños corrían gritando alegres en busca de la pelota, sus padres, madres y hermanos mayores, con rostro el inexpresivo, permanecían sentados y atentos al equipo de la Diresa, aguardando su turno.

Pocos minutos después, las sonrisas empezaron a aparecer y multiplicarse entre los asistentes, conforme terminaba el pinchazo salvador y pasaban al área de descanso, donde recibieron las bolsitas promocionales del Minsa con mascarillas y alcohol.

Las brigadas estuvieron desplazadas, además de Balsapuerto, en las localidades de Jeberos, Lagunas y Shucushyacu, aún más selva adentro, donde convocaron a los adultos desde los 18 años de edad en los principales espacios públicos ventilados, como colegios y estadios.

Pero no solo eso, las enfermeras también realizaron la campaña casa por casa, llevando la vacuna a los pobladores hasta sus propias malocas o viviendas hechas con troncos y hojas de los árboles.

Se trata de un proceso que es muy laborioso, pues implica subir o bajar, según se encuentre ubicada la vivienda, andando en medio de la floresta, ahuyentando a los mosquitos y soportando las altas temperaturas de esta zona tropical.

A esta hora del día, los vacunadores han vuelto a salir para llevar adelante el cumplimiento de su misión de vida, llevando esperanza en la forma de vacunas que evitarán el impacto de la tercera ola pandémica en los más vulnerables de nuestro país, como son los pobladores originarios.