El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM-CSIC), ha diseñado y desarrollado un prototipo para la detección de gas radón.
El gas radón es un radiactivo de origen natural que se puede encontrar en los espacios interiores de edificios, siendo la mayor fuente de exposición a radiación natural en humanos.
Este nuevo sistema de detección tiene la forma de un dispositivo pequeño, se enchufa a la corriente y se conecta a una red inalámbrica, que le permite controlar los niveles de radón en su entorno en edificaciones y proporcionar la medición real y periódica.
El grupo de investigadores ha desarrollado un sensor semiconductor para la detección de los elementos radioactivos generados durante la desintegración del radón. Siendo la principal novedad la creación de un sistema de control capaz de proporcionar medidas de concentración del gas con frecuencias inferiores a la media hora.
La investigadora del IGFAE, Dolores Cortina, precisa que «la mayoría de detectores comerciales lo que hacen es promediar la concentración de radón registrada en las 24/48 horas precedentes».
En ese sentido, indica que “ha sido clave la implementación de un algoritmo adecuado a las altas capacidades del sensor desarrollado, permitiendo combinar rapidez y fiabilidad en la medida”.
El prototipo es el resultado del proyecto Care, dirigido por la empresa Alibava Systems. Asimismo, ha contado con la participación de dos centros públicos de investigación: el IMB-CNM-CSIC y el Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (IGFAE) de la Universidad de de Santiago de Compostela.
G.S.S.V