El 2 de diciembre, Nueva Zelanda aplicará una nueva respuesta al covid-19 que buscará contener la contagiosa variante delta «la dura realidad es que delta está aquí y no se va a ir», declaró Ardern a la prensa. «Ningún país ha podido eliminar la variante delta por completo, pero Nueva Zelanda está mejor posicionada que la mayoría para enfrentarla», agregó.
Para frenar el coronavirus, Nueva Zelanda aplicó confinamientos estrictos, seguimiento riguroso a los contactos de los contagiados y el cierre fronterizo. Con la medida solo ha tenido 40 muertos en una población de cinco millones de personas, pero la presión ha crecido para levantar el confinamiento en Auckland cuando en agosto se detectó la variante delta.
Ardern inicialmente pensó adoptar el nuevo sistema cuando la tasa de vacunación alcanzara 90%, pero fijó la fecha del 2 de diciembre pese a que el nivel actual es de 83%. Asimismo, el director general de Salud, Ashley Bloomfield, dijo que se siente cómodo con el ajuste más importante en la política contra el covid-19 desde el inicio de la pandemia. «Hemos controlado el brote, viene el verano, tenemos tasas de vacunación altas y crecientes», indicó Bloomfield.
Ardern dijo también que, pronto se exigirán comprobantes de vacunación para ingresar a algunos sitios como bares, gimnasios y restaurantes. Además, en cuanto a la exigencia de cuarentena para quienes llegan del exterior, se comprometió a aliviar ese requisito a inicios del próximo año.
L.R.N.