Nueva ley permite uso de armas no letales por serenos: ¿están realmente preparados para enfrentar la delincuencia?

El Congreso aprobó una ley que autoriza a los serenos a portar pistolas eléctricas, pero expertos advierten que sin una preparación adecuada, esta medida podría generar más riesgos que soluciones.

La reciente modificación de la Ley 31297, aprobada por el Congreso de la República, permite que los serenos municipales utilicen armas no letales en su labor diaria. Aunque se busca reforzar la lucha contra la delincuencia, la medida abre el debate sobre la preparación, el perfil y los límites de estos agentes que, en muchos casos, carecen de entrenamiento similar al de la Policía Nacional.

El Congreso dio luz verde a la ley que modifica la norma del Servicio de Serenazgo Municipal. Desde ahora, los serenos pueden portar herramientas de defensa no letales como pistolas eléctricas, aerosoles de pimienta, bastones tonfa y grilletes. La medida fue impulsada por las comisiones de Defensa y Descentralización como respuesta a la creciente inseguridad ciudadana en diversas ciudades del país.

Sin embargo, organizaciones como la Asociación de Serenos del Perú han señalado que estas herramientas no son suficientes. “No salimos a las calles a jugar. Enfrentamos a delincuentes armados, y lo hacemos sin la protección ni el respaldo que merecemos”, señalaron, pidiendo que también se evalúe la posibilidad de dotarlos con armas letales en contextos extremos.

¿Quiénes deberían ser serenos?

Con esta nueva responsabilidad, surgen preguntas clave: ¿quiénes deben ejercer esta labor? ¿Están realmente capacitados para manejar este tipo de armamento?

Expertos en seguridad señalan que el sereno ideal debe cumplir un perfil básico: tener entre 25 y 45 años, haber completado estudios secundarios, contar con entrenamiento físico y psicológico continuo, y una formación en derechos humanos y manejo de conflictos. “No se trata solo de darles un arma, así sea no letal. Deben tener criterio, formación y control emocional”, opinó un especialista en gestión municipal.

¿Qué exige la ley?

La ley indica que el uso de estas armas no letales debe estar precedido por un proceso obligatorio de capacitación. Esto incluye prácticas con simuladores, entrenamiento en campo y evaluaciones periódicas. Además, se ha planteado que cada intervención sea grabada con cámaras corporales para garantizar la transparencia y evitar abusos.

No obstante, aún no existe un protocolo estandarizado a nivel nacional ni una fiscalización clara sobre el cumplimiento de estas exigencias. “Es positivo que se dote a los serenos de herramientas, pero sin control ni formación adecuada, estamos jugando con fuego”, advierten desde la Defensoría del Pueblo.

Mientras la delincuencia continúa creciendo en muchas zonas del país, los municipios buscan alternativas para mejorar la seguridad de sus vecinos. Sin embargo, persiste una pregunta crucial: ¿están los serenos realmente capacitados y preparados para manejar el uso de estas armas no letales de manera efectiva y responsable? La implementación de esta ley será clave no solo para evaluar su eficacia en la lucha contra la criminalidad, sino también para medir el compromiso del Estado en garantizar una seguridad ciudadana profesional y adecuada, protegiendo tanto a los efectivos como a la población en general.