Centrales sindicales y organizaciones sociales de Argentina protestaron en la ciudad de Buenos Aires contra un ‘megadecreto’, impulsado por el Gobierno del presidente Javier Milei. La convocatoria fue encabezada por la Confederación General del Trabajo (CGT), que aglutina a los mayores sindicatos del país.
Miles de personas colmaron la Plaza Lavalle, frente al edificio de Tribunales. En dicho lugar, los dirigentes de la CGT entregaron un documento a la Justicia para pedir la anulación del decreto de Milei, que deroga más de 300 leyes y avanza sobre derechos laborales.
Sin incidentes
La movilización puso nuevamente a prueba el protocolo ‘antipiquetes’ lanzado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con el objetivo de liberar las calles de cortes. La ministra monitoreó la movilización desde el Comando de Seguridad, junto a otros funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires.
En la mañana, el vocero presidencial Manuel Adorni celebró, en nombre del Gobierno nacional, que la CGT haya «pedido autorización» para llevar a cabo la movilización, y manifestó que es “un síntoma” del “cambio de época en materia de marchas y de las organizaciones que participen de manifestaciones en la calle”.
Mensaje al presidente
Los directivos de la CGT realizaron un acto en el que leyeron un documento dirigido al mandatario Milei, bajo el título ‘Somos los trabajadores, no somos ‘la casta’. La central obrera manifestó en el texto que el presidente “prometió hacer un ajuste que lo pagaría lo que él denomina ‘casta política'», y que los trabajadores recibirían “los beneficios de ese recorte”.
Sin embargo, advierten que “su primer acto de gobierno es un decreto de necesidad y urgencia”, el cual contiene “muchas medidas arbitrarias, anticonstitucionales y lesivas de un vasto número de derechos civiles, comerciales y sociales”. Asimismo, introduce «una feroz reforma laboral regresiva cuyo único objetivo es disciplinar a los trabajadores, cercenar la actividad sindical y solo privilegiar intereses empresariales”.
«Ser legal es respetar la Constitución nacional. Ser legítimo es convencer a las mayorías. Si no se respeta ese esquema se corre el riesgo de no ser respetado. Y de no ser República. No se confunda, señor Presidente. No somos la casta. Somos los trabajadores», dice el documento que pide a la Justicia «una sentencia que declare la inconstitucionalidad del Decreto de Necesidad de Urgencia».