El 16 de febrero de 2025 ocurrió un hecho insólito, dos hermanos menores de 10 años tenían en posesión un arma de fuego cargada. Los pequeños hermanos se rehusaban a entregar la pistola y en medio de la tensión los policías estuvieron a punto de contemplar abrir fuego. El suceso ocurrió en el Condado de Bernalillo en Nuevo México, uno de los 50 estados de Estados Unidos.
La presencia de los policías locales se manifestó debido a una denuncia que informaba sobre 2 niños que portaban un arma y ponían en riesgo la vida, seguridad e integridad las personas residentes de la zona. En video se aprecia cómo los pequeños se intercambiaban el arma de manera tranquila como si de un juguete se tratase.
¿Qué intentó hacer la policía para afrontar a los niños?
En cuanto llegaron, los policías buscaron negociar con los pequeños hermanos para que estos suelten la pistola que llevaba municiones. A pesar de los múltiples intentos, los niños permanecieron con el artefacto de fuego, llegando a apuntar al personal oficial. En un momento decisivo, uno de los niños pulsó el gatillo, pero la pistola no disparó. Para capturar y vigilar el acontecimiento se usó un dron, que permitió no solo observar los movimientos de los niños, sino también ubicar estratégicamente a los agentes policiales sin ser expuestos a un riesgo innecesario.
El sheriff Allen comentó en conferencia de prensa que, si a alguno de los oficiales le hubiera impactado un disparo, los agentes habrían tenido que considerar el uso de sus armas contra los menores.
¿Cómo procedió la policía tras la negación de los menores a dejar la pistola?
Los oficiales al notar la resistencia y nula colaboración de los hermanos de 7 y 9 años usaron proyectiles sin riesgo de mortalidad con el fin de obligarlos a inmovilizarlos. Uno de los policías disparó dos veces cerca a los niños, así uno se cubrió y el otro dejó de apuntar. Luego, el sheriff John Allen actuó frontalmente y quitó el arma a los niños sin necesidad de usar la fuerza letal. En la conferencia, de prensa realizada el 8 de mayo reconoció la importancia del caso y resaltó que su departamento está enfocado en mejorar la atención en momentos de crisis, con prioridad en la salud mental y el cuidado de la comunidad.
