En el marco del Día Internacional de la Mujer, la ministra de la Mujer, Nancy Tolentino, se refirió a la desigualdad histórica entre ambos géneros y precisó que se trata de una problemática cuya solución implica un trabajo de largo aliento.
«El día de hoy, conmemoramos el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y quiero reconocer el esfuerzo que vienen desarrollando las mujeres a lo largo y ancho de nuestro país, contribuyendo a sacar adelante a nuestra querida patria. Corregir la desigualdad histórica entre hombres y mujeres es un trabajo de largo aliento que se resiste al cambio, pero que las mujeres, en su conjunto, hemos decidido no retroceder», señaló en el segmento Niñas al Poder de RPP.
Asimismo, Tolentino señaló que desde el ministerio se está desarrollando políticas y estrategias para eliminar las desigualdades sociales entre las ciudadanas de todas las regiones del país.
«Para nosotros, hay dos barreras que impide este avance: uno es la violencia contra las mujeres, que las afecta en todo su ciclo de vida. Está presente en todos los ámbitos y hay que desterrarla. La otra es que todavía la sociedad considera que las únicas responsables del cuidado de la familia son las mujeres. Hace años venimos trabajando al respecto, porque tenemos que compartir las responsabilidades familiares», agregó.
Violencia sexual
Con respecto a la lucha contra la violencia sexual, la ministra indicó que existe una línea de ayuda para hacer frente cualquier incidencia e instó a los ciudadanos a mostrar una posición en favor de la víctima cuando ocurran este tipo de situaciones.
«Hemos sacado una campaña que seguimos difundiendo a nivel nacional que se llama ‘También es mi problema’, donde animamos a las personas que son testigos a ponerse del lado de la víctima. Cada vez informamos más a las niñas de tener la Línea 100, una línea a la que podemos llamar de todas partes y nos atiende las 24 horas (…). Lo que menos podemos hacer es ser indiferentes porque la indiferencia también es violencia», dijo.
«Hay una diferencia en la situación de las mujeres de toda edad en una comunidad amazónica o rural versus en la ciudad. Todavía hay comunidades donde crían como de segunda clase a las niñas. Cuando hay situación de pobreza, eligen al niño para ir al colegio y a las niñas para las tareas domésticas. ¿Cómo rompemos eso? Es un gran desafío. Hoy estamos llegando a lugares donde el Estado no ha tenido presencia», concluyó.
