César Alva Mendoza, más conocido como el monstruo de la bicicleta, luego de 8 horas de interrogatorio ante los agentes de la División de Homicidios de la Policía, admitió que violó y mató a la niña de 11 años en San Juan de Lurigancho.
El asesino narró lo que hizo con la menor, luego de que saliera de sus clases de vacaciones útiles, en la comisaría de Canto Rey. Este crimen ha conmocionado a todos los peruanos, debido a que no explican por qué tanto ensañamiento con la menor.
Alva la vio sola y frágil, y decidió impactarla contra su bicicleta adrede. Unos metros después, fingiendo arrepentimiento por lo sucedido, se ofreció llevarla a su casa y ayudarla porque la había lastimado. Después, la llevó a un descampado en la zona de La Huayrona, en San Juan de Lurigancho, ahí la violó y estranguló.
Al caer la noche, llevó el cuerpo a su casa y lo escondió debajo de su cama, en donde permaneció hasta el día siguiente. Muy temprano salió, sacó el cadáver y le prendió fuego.
Esta versión es muy diferente a la que dio el lunes pasado en la entrevista de pericia psicológica, donde declaró que, en el trayecto, ambos cayeron de la bicicleta, pero continuaron y llegaron a la casa de él. Es ahí donde la niña se desmaya y él aprovecha para violarla. Al despertar, la menor se desespera, empieza a gritar y como no podía callarla, la estranguló.
M.P.H