Hoy 23 de mayo se conmemora el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, fecha en que se rinde homenaje a todas aquellas personas que a través de la donación de órganos lograron salvar vidas.
Cabe precisar que, desafortunadamente el Perú es uno de los países que cuenta con una de las tasas más bajas de Latinoamérica en relación a la donación de órganos y tejidos; lo que es confirmado por el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) y es que según datos actualizados hasta el 15 de mayo, del total de la población en mayoría de edad solo 3 569 533 personas han indicado por voluntad propia donar sus órganos al solicitar su Documento de Identidad.
A lo que va del año 2023, se han realizado 13 operativos que han permitido mejorar la calidad de vida y sobre todo salvar la vida de aproximadamente 130 personas. Sin embargo, esto sigue siendo una cifra baja a comparación de otros países.
Mary Díaz Gálvez, gerente de Procura y Trasplante de EsSalud, explicó que durante la pandemia el 30% de las personas que se encontraban esperando un trasplante fallecieron.
En el 2022, la cifra se redujo al 15%, pero a la actualidad continúa siendo una cifra baja, ya que Perú tiene una lista de espera de más de 7 mil pacientes.
Cabe precisar que, según las leyes peruanas, este procedimiento se puede realizar únicamente cuando se declara la muerte cerebral del paciente.
Al detenerse la función del cerebro, en un corto tiempo el resto de órganos comenzarán a deteriorarse, motivo por el cual se debe tratar inmediatamente con los familiares para determinar si se llevará a cabo el procedimiento.
Falta de información
La doctora Díaz explica que, de cada diez familias, solo tres aceptan donar los órganos del paciente fallecido. En resultado de dicha cifra se debe a varios factores, basados en prejuicios y desinformación, por lo que recomienda implementar programas de inducción en los centros educativos del país.
Otro de los factores que influyen en la decisión de no donar órganos es la posible desfiguración del cuerpo, los familiares tienen temor a que el cadáver de su ser querido termine irreconocible, sin embargo, la doctora Díaz explica que las extracciones se realizan con mucho cuidado y casi no dejan huella en el cuerpo del occiso.
Asimismo, piensan en respetar la voluntad del difunto, algunas familias se rehúsan a donar los órganos del paciente porque este no autorizó la donación en su DNI, lo que no es imprescindible, pues los familiares tienen la última palabra.
Finalmente, los familiares dudan de que su pariente esté muerto porque sienten que el corazón del paciente continúa latiendo, pero esto es porque está conectado a un ventilador mecánico.
Caso de éxito: Salvado por un corazón
Justin Norabuena Pérez es un menor de 16 años que volvió a la vida gracias a un ángel que le donó su corazón. A los 12 años de edad había sido diagnosticado con miocardiopatía, una enfermedad que hace que el corazón no pueda bombear sangre, por lo que los médicos indicaron que la única solución para evitar la muerte del menor era con un trasplante de corazón.
Cuando el adolescente estaba a punto de ser conectado a un ventilador mecánico en la Unidad de Cuidados Intensivos, su madre recibió una llamada en dónde le decían que había un donante y que primero debían ver si eran compatible.
Ha pasado siete meses desde que el menor recibió un trasplante de corazón que le salvó la vida.