Un equipo de ingenieros de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) ha desarrollado MOSY (My Oxygen System), un dispositivo médico que ajusta de forma automática el flujo de oxígeno, en base a la saturación del paciente y los parámetros que el doctor define. Una vez finalizado el desarrollo de los prototipos, se realizarán las validaciones clínicas en el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT).
El principal beneficio de este dispositivo es que, al automatizar la terapia de oxígeno, MOSY podrá beneficiar diariamente a alrededor de 10,000 pacientes, pues reducirá el tiempo de hospitalización de 10 a 7 días. Esto generará ahorros en recursos humanos, hospitalarios e infraestructura.
La ingeniera Yessenia Cieza señala que la idea nació a partir de que su abuelo necesitaba mejorar sus terapias de oxígeno, pues padece de una enfermedad respiratoria: «Él fue mi inspiración para crear MOSY. Empezó con una caja de cartón y actualmente es un prototipo que ha sido co-creado con médicos, personal asistencial y directores de hospitales que han dado su feedback,” comentó la ingeniera electrónica egresada de la PUCP.
¿Cómo funciona?
Por ejemplo, si un paciente tiene 85 de saturación y el médico determina que debe llegar a 93, MOSY va entregar el flujo adecuado de oxígeno para que llegue a ese nivel. Si es que el paciente no lo logra, aumenta el flujo hasta un cierto límite bajo la vigilancia médica. En caso no se logra establecer al paciente, se le evalúa otras complicaciones que pueda tener. Por ello, su uso es solo en la etapa inicial del covid-19 y no con pacientes críticos.
Actualmente, el equipo ya cuenta con cinco prototipos del dispositivo y están desarrollando un sexto con el fin de incluir las últimas mejoras tecnológicas. Una vez terminado este proceso, el grupo espera realizar las validaciones clínicas en el propio MIT, que cuenta con un centro específicamente diseñado para ese fin.
Con respecto a la parte clínica, se ha realizado un estudio clínico con 5 personas, validando el monitoreo constante de MOSY y la biocompatibilidad con el paciente. En cuanto a las regulaciones, se contempla normativas nacionales e internacionales.
Cieza estima que las validaciones en el MIT serían aproximadamente para el 2024, ya que recién están terminando las validaciones técnicas específicas a partir de normativas internacionales y nacionales. Asimismo, al ser un equipo biomédico innovador, se debe desarrollar un protocolo de trazabilidad biomédica nueva.