Según Científicos del Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica y del Instituto Hubrecht quienes son de países bajos, “cultivaron organoides cerebrales tridimensionales directamente a partir de tejido cerebral fetal humano que se autoorganizó in vitro”.
Organoides cerebrales:
Los mini órganos cultivados son una forma nueva de estudiar el cómo se desarrolla el cerebro y la forma en cómo se puede modelar el desarrollo de los tumores cerebrales y otras enfermedades.
Tejidos versus células individuales:
Según la revista Peruana de Mediana Experimental y Salud, “los organoides cerebrales se cultivaban mediante un proceso molecular complejo, a células madre embrionarias (conocidas como células madre pluripotentes) a crecer hasta formar estructuras que representaban diferentes áreas cerebrales”.
“Pudimos obtener organoides de la mayoría de los órganos humanos, pero no del cerebro; es realmente emocionante que ahora también hayamos podido superar ese obstáculo”, declaró el Dr. Hans Clevers, que codirigió la investigación.
Mientras que, investigadores descubrieron que “al utilizar trozos de tejido cerebral fetal, en lugar de células individuales, es vital para el crecimiento de mini cerebros”, puesto que, pueden autoorganizarse en organoides del tamaño aproximado de un grano de arroz.
“Los organoides son una adición importante al campo de organoides cerebrales, que pueden complementar los organoides existentes elaborados a partir de células madre pluripotentes. Esperamos aprender de ambos modelos para decodificar la complejidad del cerebro humano”, declaró la Dra. Delilah Hendriks, quien también codirigió la investigación.
Mini cerebros:
Mediante investigaciones, se descubrió que los organoides tridimensionales contienen características que los hacen valiosos para poder estudiar el cerebro humano. Una de las características principales es que contienen diversos tipos de células cerebrales, incluida la glía radial externa, que se encuentra en los humanos y en nuestros antepasados evolutivos. También produjeron proteínas que forman la matriz extracelular.
Los “mini cerebros” son derivados de tejidos que dieron respuesta a las moléculas del desarrollo, los cuales pudieron multiplicarlos, permitiendo cultivar más organoides similares a partir de una muestra de tejido.
“Nuestro nuevo modelo cerebral derivado de tejido nos permite comprender mejor cómo el cerebro en desarrollo regula la identidad de las células. También podría ayudar a comprender cómo los errores en ese proceso pueden conducir a enfermedades del desarrollo neurológico como la microcefalia, así como a otras enfermedades que pueden derivarse de un desarrollo descarrilado, incluido el cáncer cerebral infantil”, señala la Dra. Benedetta Artegiani, líder de la investigación en el Centro Princesa Máxima.