
Como tener el sol y la luna en las manos. Es un diccionario con forma de cuento infantil, pero el libro Inti Sol Killa Luna que Micaela Chirif y Yesenia Montes han publicado en quechua y castellano con las ilustraciones de Armando Fonseca y Amanda Mijangos tiene un encanto único.
El diccionario tiene dos personajes, el sol y la luna, que, en la medida que vamos leyendo, son un niño y una niña que nos cuentan, en quechua y castellano, cómo viven un día ellos. Un texto bilingüe que de manera amable y lúdica nos acerca a esa lengua hermosa y originaria que es el quechua.
Chirif tenía un remoto recuerdo de los diccionarios ilustrados que le gustaban de niña, así que le propuso a Yesenia Montes, promotora de lectura en quechua, hacer un diccionario juntas.
“Un diccionario ilustrado, pero que al mismo tiempo tuviera como un hilo narrativo, que fuera un poquito cuento también, porque lo que quería era alejarlo de cualquier sensación escolar, didáctica o pedagógica”, explica Micaela Chirif.
Ya que los personajes recorren un día, desde que despiertan hasta que duermen, se pueden usar las acciones que realizan, como jugar, bailar o pintar, para introducir alguna pequeña lista de sustantivos. El libro tiene un código QR para saber cómo se pronuncian.
Respecto a la idea del sol y luna como niños más allá de los entes cómicos, la autora cuenta que solo había pensado como unos niños que hacían cosas. “Lo del sol y la luna lo introdujeron los ilustradores y quedó muy bien, como que se juntó la dualidad niño-niña, la dualidad sol-luna, como que todo fue calzando y también de allí salió el título”, nos cuenta.
Chirif explica que esta dualidad es algo que todo el mundo va a entender. Además, detalla que el libro está dirigido a cualquiera, ya sea quechua hablante o hablante de castellano. “Y si cae en manos de niños que hablan solo castellano, mi intención también era que desarrollaran un vínculo afectivo con una lengua que forma parte de nuestro patrimonio”, añade refiriéndose al quechua, lengua hablada por cuatro millones de personas.
Para Micaela Chirif es trágico que muchas veces el quechua sea considerado un dialecto, como si fuera una lengua de menos valor. “Si algún día queremos que nuestro país esté formado por ciudadanos que se respeten los unos a los otros eso pasa por reconocer, en primer lugar, nuestra diversidad y la riqueza de nuestra diversidad”, concluye.