En los últimos dos meses, México ha enfrentado una de las temporadas de calor más extremas jamás registradas. A finales de mayo, en Cunduacán, Tabasco, más de 150 monos aulladores murieron debido a la imposibilidad de adaptarse a las altas temperaturas. Desde marzo de 2024, el país ha reportado al menos 125 fallecidos por calor y 2.308 casos de golpes de calor. El 13 de junio, la península de Yucatán alcanzó una temperatura récord de 51,9°C, la más alta registrada en el mes de junio en México.
Impacto regional del calor extremo
La situación en México refleja una tendencia más amplia en la región. Guatemala y Honduras también han experimentado récords de altas temperaturas, mientras que en el suroeste de Estados Unidos, más de 34 millones de personas estuvieron bajo alertas por calor y decenas sufrieron golpes de calor durante eventos públicos. Un análisis de World Weather Attribution (WWA) sugiere que el cambio climático ha incrementado 35 veces la probabilidad de estas olas de calor mortales en Norteamérica y Centroamérica.
Cambio climático y aumento de temperaturas
Según la doctora Friederike Otto, líder de WWA, el cambio climático ha jugado un papel significativo en la reciente ola de calor. El análisis del equipo, que incluyó a investigadores de varios países, mostró que las temperaturas máximas durante el día y la noche fueron considerablemente más altas debido al calentamiento global. En algunos lugares de México, el cambio climático generó hasta 2°C adicionales de calor.
Consecuencias mortales del calor extremo
El calor extremo tiene efectos devastadores en la salud pública. Aunque en México se han registrado 125 muertes, es probable que la cifra real sea mucho mayor, ya que las muertes por calor a menudo no se reportan adecuadamente.
La doctora Catharina Giudice, médica de urgencias, expresó su preocupación: “El calor extremo aumenta las tasas de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y renales y amenaza la estabilidad de nuestra red eléctrica, lo que repercute en las comunidades y los centros sanitarios. Hemos batido récords de calor año tras año, y esto me preocupa profundamente como médico de urgencias”.
Esta situación resalta la urgente necesidad de políticas efectivas y medidas de adaptación para proteger a la población de los efectos cada vez más frecuentes y severos del cambio climático.
