En este mes, hace 26 años la historia de la novela gráfica cambió por completo: Art Spiegelman logró un hito enorme, ganar el primer Premio Pulitzer para una publicación de comic con Maus, que es una visión biográfica de su familia judía en Polinia durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial contada a manera de entrevista a través de su padre, Vladek.
El Premio Pulitzer llegó en 1992, pero la novela ya se había publicado en partes entre 1980 y 1991 en la revista Raw y los 2 primeros volúmenes en 1986 y 1991, para luego publicarse en un solo libro. Posteriormente ganó otros premios como el Eisner, el Harvey y el del Festival de Angulema, pero fue el Premio Pulitzer el que marcó la diferencia y dio comienzo a una nueva etapa creativa de la novela gráfica, en donde los autores comenzaron a incluir la autobiografía como una parte más del género, un claro ejemplo es la novela Persépolis de Marjane Satrapi.
Uno de los puntos importantes que hizo a Maus merecedor del galardonado Premio pulitzer fueron en primer lugar su novedoso argumento ya que muchas cosas se habían dicho y escrito sobre el nazismo y el holocausto, de las cuales algunos resultaron ser buenas representaciones históricas y otras solo simples repeticiones.
Maus no tiene cabida en esta última categoría, ya que tiene una fiel narración biográfica del padre autor y de los supervivientes judíos. Esta novela tiene una única forma de narrar los hechos , la primera en Nueva York durante la vejez de Vladek, contando sus experiencias a su hijo y la segunda ambientada en los años 30 y 40 durante los crímenes del nazismo.
En una entrevista realizada por un medio estadounidense, el escritor comentó que hizo una gran investigación para tener un gran panorama y también un punto de vista distinto con respecto a los hechos relacionados al holocausto y no solo guiarse de los testimonios de su padre ni de las fotografías de aquellos años.
B.S.R