La noche de ayer, Irán cumplió lo que venía diciendo desde la muerte de Qasem Soleimani, los Guardianes de la Revolución atacaron pasada la medianoche, con más de 12 misiles a dos bases militares de Ain al Asad. Se encuentra a 200 kilómetros al oeste de Bagdad y albergaban tropas americanas.
Este es el segundo ataque que se realiza a bases estadounidenses en Irak, luego del asesinato de Qasem Soleimani. El primero tuvo lugar el 4 de enero, donde su objetivo fue la Zona Verde de Bagdad, en la base área de Al Balad y Arbil. En relación a estos últimos, fue perpetrado por un grupo proiraní en venganza. Sorprendió a los efectivos, aunque por el momento ya se detuvo, según informó CNN.
La agencia estatal de IRNA, difundió un comunicado de la Guardia Revolucionaria de Irán donde indicaban: “Les estamos advirtiendo a todos los aliados estadounidenses, que les dieron sus bases a su ejército terrorista, que cualquier territorio que sea el punto de inicio de actos agresivos contra Irán será atacado”
Por su parte, Stephanie Grisham, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo a través de un anuncio “Estamos al tanto de los reportes de los ataques a las instalaciones de Estados Unidos en Irak. El presidente ha sido informado y está monitoreando de cerca la situación y consultando con su equipo de seguridad nacional”
Según la televisión estatal de Irán, que ha citado a los Guardianes de la revolución dijeron: “Al menos 80 miembros del personal militar estadounidense murieron en el ataque”.
D.P.G.
