Mar, pasión y vida: La inquebrantable hermandad del nado

Un grupo de jóvenes cambiaron la natación en piscinas a mar abierto, practicando desde la madrugada.

Desde aproximadamente las de la madrugada, un grupo de jóvenes llegan a las playas de la Costa Verde para practicar un deporte que aman en común, la natación. No hay nada que los detenga, el apoyo es mutuo entre cada uno de los integrantes, el cual hizo del Club Deportivo Atlantes, una fraternidad y de la natación, parte fundamental de sus vidas.

El club mencionado anteriormente, fue establecido el 2014 con solo 10 integrantes, quienes se dedicaban a la natación en piscinas. Ante la COVID-19 (2020), tuvieron que llevar su práctica al mar, y hasta el día de hoy sus miembros ha aumentado a 50, quienes llegan desde distintos distritos como Surco, Los Olivos, Breña, Jesús María, Comas, y Callao.

La nadadora master y directora del Club Deportivo Atlantes, Mirtha Vicuña, sostuvo que desde el coronavirus, el cierre de locales y el trabajo remoto, condujo a que este grupo cambien sus rutinas establecidas. Iniciaron nadando en aguas abiertas y a una hora muy temprana, cinco de la mañana. Ellos lo realizan cada lunas, miércoles y viernes.

Mirtha, directora del club incentiva a la población a practicar la natación, ya que tiene grandes beneficios, no solo en la vida personas, sino profesionalmente. “Siento una gran tranquilidad dentro del mar, la mente se me despeja y todo el estrés se me va. Sientes un gran alivio en este tiempo que estamos pasando”, indicó.

Asimismo, dijo que verlos haciendo este deporte la llena de orgullo y satisfacción, ya que este deporte se ha vuelto un estilo de vida para cada integrante.

Para Sandra Díaz, abogada de profesión, la natación en su vida antes de la pandemia era parte de su rutina diaria. Fue así que, tras conocer a integrantes del Club Deportivo Atlantes, decidió unirse en agosto del 2020 al darse cuenta que la pandemia aún estaría presente y el mar, era el lugar indicado para seguir con el deporte.

La motivación

“Al principio tenía frío, hoy en día es motivador ver temprano las aguas de las playas, ver familias enteras realizando este deporte de manera diaria y amarlo. Todo eso hace que yo me comprometa aún más con este deporte”.

Este deporte, tiene grandes beneficios como favorecer la salud física, mental y emocional, según Sandra, quien al conocer y realizar el deporte de natación dejó atrás su migraña. Al igual que pasó con Yhovan Rojas, magíster e Adiministración, quien padecía de ansiedad y estrés, pero gracias al deporte se ha quedado solo en recuerdos.

“Cuando estoy dentro del mar, siento frío, pero después lo controlo y verdaderamente al término de cada clase, me siento relajado, positivo y con las energías puestas para el día”, detalla sobre su sentir en las playas.

Un punto importante que cabe destacar de los grupos de deporte es el compañerismo. El integrante del Club, Carlos Gutiérrez, resalta el gran cambio que se tiene al practicar la natación en las playas de la costa, la sensación de relajación y salir renovado de ahí.

“Yo empecé a nadar a los 10 años, tuve que dejarlo por estudios, volví a los 36 años a la natación, y he vuelto al mar abierto.  Cuando estoy en el mar veo los problemas de manera chiquita, porque cambia mi actitud, me relaja”, expresa.

La natación no es solo un simple deporte, esto va más allá de ello. Para las personas que conforman este equipo de nadadores, afirman que este le proporciona estabilidad emocional, mental y física, a demás de crear buenos vínculos con las familias que conforman este grupo.

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