LOS PEQUEÑOS DESCANSOS PERMITIRÍAN A NUESTRO CEREBRO APRENDER COSAS NUEVAS.

Al aprender algo nuevo, sería más efectivo el tomar descansos breves que practicar sin parar.

"Estos breves descansos pueden ser particularmente productivos para el cerebro de aquellos que practican movimientos nuevos, diminutos y repetitivos, como atletas o músicos, o incluso pacientes que intentan recuperar las habilidades perdidas después de un accidente cerebrovascular". (Foto: GettyImages).

En un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos publicado en la revista especializada Cell Reports, el investigador brasileño Leonardo Claudino junto a su equipo determinaron un hallazgo donde se indica que los breves descansos intercalados con la actividad, conduce a aprender de cierta forma.

De esta manera, el cerebro aprovecharía estos descansos para realizar una “repetición” mental rápida de lo que recientemente aprendió, donde así se refuerza la habilidad recién adquirida.

“Descubrimos que durante las pausas, el cerebro repite una versión 50 veces más rápida de los movimientos utilizados para tocar la canción, una y otra vez, lo que refuerza la conexión de neuronas en las áreas asociadas a esa nueva memoria”, agregó.

Esto se dio a través de una prueba piloto donde se reclutó a 33 voluntarios diestros, de los cuales se registró la actividad cerebral mientras aprendían a escribir una secuencia de números con la mano izquierda en el teclado. Tenían que hacerlo repetidas veces durante diez segundos para luego tomar un descanso de otros diez segundos.

Durante este tiempo, los investigadores, en apoyo de la científica Marlene Bönstrup, ya habían observado en estudios previos, que tras breves intervalos de tiempo, los voluntarios mejoraban en cuanto a velocidad y precisión con la que ingresaban secuencias numéricas.

Con ello, y mediante pruebas magneto encefalográficas, los científicos observaron las rápidas repeticiones que el cerebro realizaba de lo que acabó de aprender. Es aquí donde se determinaría que estas repeticiones harían que nuestro cerebro consolide el aprendizaje.

Finalmente, el estudio concluye que es de suma relevancia que el estudiante, por ejemplo, tenga períodos de descanso, porque el cerebro estará activo a pesar del descanso. Pero esto no significa dormir, sino pensar en hacer otra actividad diferente a lo que podamos estar haciendo. 

“Cuando estás atascado en una tarea de matemáticas, lo mejor que puedes hacer es cambiar el enfoque y estudiar algo de geografía. De esa manera, podrás salir adelante cuando vuelvas a las matemáticas”, detalló Barbara Oakley, investigadora en psicología cognitiva.

Fuente: Entrevista realizada de la BBC.

B. R. P.