La anorexia y la bulimia tienen su origen en la infancia, pero es durante la adolescencia cuando suelen manifestarse como síntomas. Estos trastornos están relacionados con la percepción de la imagen corporal del individuo, que se hace más evidente durante esta etapa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que “estos trastornos se presentan como comportamientos alimentarios anormales, acompañados por una distorsión en la percepción de la imagen corporal, una preocupación excesiva por el peso y por la comida”.
Los comportamientos alimentarios persistentes, como la anorexia y la bulimia, tienen un impacto negativo en la salud física, mental y el funcionamiento social de quienes los padecen. En casos extremos, pueden llegar a ser mortales, siendo el suicidio y la desnutrición las principales causas de muerte. Estos trastornos suelen manifestarse durante la adolescencia y la juventud, generalmente entre los 12 y los 25 años, y son más comunes en mujeres que en hombres.
Según la nutrióloga Raquel Lobatón, en su texto «Criando niñxs segurxs con sus cuerpos», diversos estudios revelan que el 50% de las niñas menores de 13 años no se sienten cómodas con sus cuerpos, y esta cifra aumenta al 80% cuando alcanzan los 17 años. Además, destaca que el 25% de los niños y adolescentes varones están preocupados por no tener suficiente musculatura. También se menciona que un preocupante 80% de las niñas menores de 10 años ya ha experimentado algún tipo de dieta.
Entre los nuevos diagnósticos de trastornos alimentarios se incluyen varios, entre ellos tenemos: La Vigorexia (implica el ejercicio compulsivo combinado con una dieta para desarrollar masa muscular), Ortorexia (la obsesión por consumir únicamente alimentos considerados saludables), Diabulimia (la omisión intencional de la insulina por parte de personas con diabetes con el objetivo de perder peso), Adicción a la comida (se considera como una adicción caracterizada por un deseo intenso y compulsivo hacia alimentos específicos).
Por último, para prevenir y abordar adecuadamente los trastornos alimentarios, es necesario cambiar la perspectiva y la narrativa en torno a la belleza, lo bueno y lo deseable, lo cual puede llevar mucho tiempo como sociedad.
