Durante una conferencia de prensa, el jueves pasado, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, declaró que la oficina en la que Joe Biden mantenía archivos clasificados de la época de su vicepresidencia, no estaba autorizada para almacenar dichos documentos clasificados. Además, el fiscal general mencionó que se ha designado a Robert Hur como el fiscal especializado en el caso.
«En la tarde del 4 de noviembre de 2022, la Oficina del Inspector General de los Archivos Nacionales se puso en contacto con un fiscal del Departamento de Justicia. Le informó que la Casa Blanca había notificado a los Archivos que se habían descubierto documentos con marcas de clasificación en la oficina del Penn Biden Center for Diplomacy and Global Engagement. Aquella oficina no estaba autorizada para el almacenamiento de documentos clasificados», manifestó.
Los documentos clasificados encontrados por los abogados del presidente norteamericano se hallaron en una de sus residencias privadas en Delaware y pertenecen al periodo de 2009-2017, en donde Joe Biden fue vicepresidente del gobierno de Barack Obama.
Por otro lado, la Casa Blanca sigue rechazando la culpa del presidente Biden. “Hemos cooperado estrechamente con el Departamento de Justicia a lo largo de su revisión, y continuaremos esa cooperación con el asesor especial. Confiamos en que una revisión exhaustiva demuestre que estos documentos se traspapelaron involuntariamente, y que el presidente y sus abogados actuaron con rapidez al descubrir este error», manifestó el asesor especial de la Casa Blanca, Richard Sauber. Además, el Departamento de Justicia se encuentra investigando si Joe Biden manejó registros confidenciales de manera inadecuada, lo que podría considerarse un delito.