LOS DERECHOS HUMANOS EN TURQUIA

Hoy Turquía atraviesa por uno de sus momentos más difíciles en el siglo XXI. El Presidente Erdogan ha puesto al país bajo de estado de excepción; ha despedido a más de 100,000 trabajadores del Estado y ha provocado la huida de más de 400,000 personas. Miles están injustamente procesados penalmente y en cárceles. Y existen serias acusaciones de tortura. Las disposiciones de excepción aprobadas por el Presidente Erdogan se dirigen directamente a permitir que los agentes del gobierno realicen detenciones ilegales, practiquen las torturas e inclusos las ejecuciones extrajudiciales[1]. Se trata de una situación de graves violaciones a los derechos humanos, en particular contra quienes Erdogan denomina sus enemigos. En este caso, se trata de la persecución contra los seguidores de Fethullah Gülen[1], quien es el fundador del Movimiento conocido como Hizmet.

Turquía tiene una ventaja que también puede ser un problema. Atraviesa el Bósforo y se encuentra en Europa. Limita con Bulgaria y Grecia. No por casualidad en el medioevo turcos sitiaron dos veces Viena. Pero sus otras fronteras son con países en problemas. Entre otros Siria, Irak, Irán, Georgia, Armenia, solo para mencionar algunos. Es miembro de la OTAN, pero Europa le niega el ingreso a la Unión Europea. Algunos analistas han dicho que es una suerte de muralla europea.

¿Qué ocurre en Turquía?

1.-Graves violaciones a los derechos humanos, que tienen como víctimas a los miembros del Movimiento Hizmet.

Amnistía Internacional, en su informe anual 2016-2017 señala lo siguiente:

“Tras un golpe de Estado fallido, el gobierno emprendió una campaña de represión masiva contra el funcionariado público y la sociedad civil. Sus objetivos principales eran las personas acusadas de tener vínculos con el movimiento de Fethullah Gülen. Más de 40.000 personas permanecieron detenidas en espera de juicio durante los seis meses que duró el estado de excepción. Hubo indicios de tortura a personas detenidas tras el intento golpista. Se despidió a casi 90.000 funcionarias y funcionarios públicos, se cerraron cientos de medios de comunicación y ONG, y se detuvo a periodistas, activistas y miembros del Parlamento. Las fuerzas de seguridad siguieron cometiendo violaciones de derechos humanos con impunidad, especialmente en el sureste del país, de población predominantemente kurda donde, en los núcleos urbanos, se impuso el toque de queda durante las 24 horas del día. Hasta medio millón de personas se vieron desplazadas dentro del país».

Del mismo modo precisa:

“Tras el fallido golpe de Estado, el gobierno declaró el estado de excepción por un periodo de tres meses, que en octubre se prorrogó otros tres y en el que se suspendió toda una lista de artículos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU y del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Asimismo, se dictaron una serie de decretos ejecutivos que no respetaban siquiera estas normas reducidas. Se despidió a cerca de 90.000 funcionarias y funcionarios públicos, entre quienes había docentes, policías, militares, profesionales de la medicina, miembros de la judicatura y fiscales, aduciendo que tenían vínculos con una organización terrorista o representaban una amenaza para la seguridad nacional. Al parecer, la mayoría de los despidos se basaron en acusaciones de vinculación a Fethullah Gülen, ex aliado del gobierno a quien éste acusaba de ser el cerebro del intento golpista. No existía, en la legislación, una vía clara para impugnar

esos despidos. Al menos 40.000 personas fueron detenidas y recluidas en espera de juicio, acusadas de estar relacionadas con el golpe o con el movimiento de Fethullah Gülen, que las autoridades llamaban “Organización Terrorista Fethullah Gülen” (FETÖ)[1].

Las violaciones de derechos humanos no solo han sido reseñadas por organismos independientes[2]. También han sido reportadas por las NNUU. David Cayem Relator Especial sobre Libertad de Expresión y enviado del Consejo consejo de Derechos Humanos reporto una profunda restricción a las libertades de opinión y expresión en toda Turquía[3].

2.-Sobre el “intento de golpe de estado” de Julio de 2016 y sus consecuencias.-

  El fallido golpe de estado en Turquía de julio de 2016 demostró un compromiso ciudadanos contra la interrupción de la democracia, sin embargo, ese intento de golpe fue utilizado por el Presidente Erdogan para iniciar un estado autoritario policiaco y una purga sin precedentes en el siglo XXI. Muchos incluso dudan si en realidad se trato de un golpe de estado o de un autogolpe. Bajo el pretexto de perseguir a quienes participaron en el golpe, se ha perseguido, encarcelado y despedido a cientos de miles de turcos. En el caso de que el fallido golpe fuera cierto, es materialmente imposible que miles de personas supieran y menos participaran en él. Algunas agencias de Inteligencia, entre ellas la alemana, mantienen dudas sobre si en realidad hubo un golpe de estado o si se trató de un falso golpe que permitiera justificar la represion.

Human Rights Watch (HRW), sostiene lo siguiente:

“On July 15, 2016, elements of the military attempted to carry out a coup d’état against President Recep Tayyip Erdoğan and the Justice and Development Party (AKP) government. The attempted coup left at least 241 citizens and government law enforcement dead. During the attempted coup fighter jets bombed Turkey’s parliament. In the aftermath, the government declared a state of emergency, jailed thousands of soldiers and embarked on a wholesale purge of public officials, police, teachers, judges, and prosecutors. Most of those jailed, dismissed, or suspended were accused of being followers of the US-based cleric Fethullah Gülen. The government, with the support of main opposition parties, accuses the Gülen movement of masterminding the coup and labels it a terrorist organization. However, the crackdown also extended to the pro-Kurdish opposition party, with two leaders and other MPs arrested and placed in pretrial detention, along with many of its elected mayors, denying millions of voters their elected representatives”[4]. Han cuido detenidos más de 5mil miembros de las Fuerzas Armadas. Además de civiles y autoridades electas.

Como bien indica HRW el “intento de golpe de estado” fue una excusa para perseguir a los miembros del Movimiento Hizmet. Sobre ello, hay un consenso tanto en los grupos internacionales de fiscalización de los derechos humanos como en el mundo académico y especializado en el islam. El Hizmet es pacífico, promotor del dialogo, de la educación y la tolerancia. Hay también unanimidad en considerar que la persecución es por temor a los valores que, sobre todo en el campo de la educación, promueve este movimiento cultural. Como precisa el informe: La mayoría de los perseguidos, encerrados, despedido o suspendidos fueron acusados de ser seguidores del Señor Gullen, a quienes acuso erróneamente de monitorear el golpe de estado de 2016.

3.- La amenaza contra los que considera sus rivales por parte del Presidente Erdogan se mantiene hasta hoy.

El pretigioso diario “The Washington Post, informa sobre las amenazas en Turquia:

» `We will rip off the heads of those traitors´ Erdogan said at a massive nationalist rally in Istanbul on Saturday, reiterating his desire to reinstate the death penalty. He then scolded Kilicdaroglu, who recently led a three-week protest march against Erdogan from Ankara to Istanbul.

«You should be ashamed of yourself,» Erdogan said. «This nation is not a coward like you. This nation has a heart.»

People wave Turkish flags and mark the first anniversary of the failed coup attempt in Istanbul on July 16. Turkish authorities pinned the attempted coup on Fethullah Gulen, a U.S.-based cleric who founded a global network of influential schools and charities but who is widely seen in Turkey as the mastermind of a subversive fifth column seeking to control the Turkish state. In an interview with NPR last week, Gulen again denied any involvement in the attempted coup.

The murky origins and circumstances of the putsch are still the subject of fevered debate…”.

4.- ¿Que ha provocado esta situación en Turquía?

4.1. Una de las consecuencias de la crisis siria es el masivo desplazamiento de sirios hacia Turquía. Ese camino fue el de la huida de la violencia. Agencias europeas calculan en 2.7 millones de sirios que migraron hacia Turquía. Otras fuentes del propio país señalan que la cifra bordea los 4 millones de personas. Estos desplazamientos fueron sin control migratorio y superando todos los registros posibles. La huida de los sirios provocó varios fenómenos en Turquía, bajo el costo de la fuerza de trabajo, los turcos tenían que competir con sirios a quienes no importaba nociones de salario mínimo y seguridad social. La criminalidad se incrementó, no existió ninguna capacidad de control del estado sobre el migrante sirio por el número de ellos. Esta situación, generó un rechazo popular al régimen. Al margen de que esta actitud estatal haya sido humanitaria, su origen para muchos se encontraba en el desordenado manejo Estatal de Erdogan y su voluntad de ser un muro entre la huida de Siria y Europa. HRW explica así esta situación: “The war in Syria continues to impact Turkey, which hosts an estimated 2.7 million Syrian refugees. There have been regular bomb attacks in Turkey by individuals allegedly linked to the Islamic State (also known as ISIS). Authorities blamed ISIS for a June attack in which three suicide bombers targeted Istanbul airport killing 45, and an August attack on a Kurdish wedding party in Gaziantep that killed 57”[6].

4.2. Por lo que los actos terroristas y su organización también se ha incrementado. Dentro de millones de refugiados, sin mayor control del Estado, los expertos sostienen debieron cruzar la frontera también miembros de peligrosos grupos terroristas como el EI. Este hecho también genero antipatías populares al régimen. «Turquía se está enredando cada vez más en el lodazal sirio», le dijo a CNN Fadi Hakura, un experto en Turquía del centro de pensamiento británico Chatham House. «Mientras Turquía esté involucrado en la implosión siria, la inestabilidad allí cruzará la frontera e impactará en la seguridad».

La agresividad de la actual política turca ha sido resumida por grupos independientes en Europa, los que han dado cuenta del agresivo y atemorizador lenguaje de Erdogan. En ese discurso lo más ligero es llamar a los seguidores de Gullen, enemigos de Turquía[8]. La conducta del Gobierno turco se basa en el negado hecho de que el movimiento Hizmet habría participado en el golpe de estado. Una investigación del parlamento británico concluye que eso era imposible y el Movimiento no había tenido ninguna participación en dicho intento de golpe de estado[9].

4.3. Producto de la situación de inseguridad de la zona, pero también de errores gubernamentales, la economía del país va mal[10]. En un país de la población de Turquía, son 74.5 millones de personas[11]. en la clasificación mundial Turquía está en el puesto 155 sobre 180.  Cuatro lugares abajo de 2015 (es.portal.santandertrade.com)

4.4. Otro fundamental de la crisis turca es el enfrentamiento con los kurdos.

La guerra contra Isis involucra como aliados de las fuerzas occidentales y de Irak a los milicianos kurdos. Ellos tienen una minoría en Turquia y se encuentra en enfrentamiento por su independencia. Eso provoca una seria de alianzas entrecruzadas. “Este complicado escenario, con alianzas entrecruzadas y en algunos casos aparentemente contradictorias, amenaza con alumbrar un conflicto tras la derrota futura del IS. El desencuentro entre EEUU y Turquía por la decisión de armas a los kurdos acerca Ankara a la órbita de Rusia, país que a su vez ha usado a los kurdos contra las fuerzas árabes opositoras al régimen sirio que Turquía patrocina. Ankara ha dicho que «no permitirá» que los kurdos consoliden territorio, y que lo evitará a toda costa”[12].

Pero además el país ha sido objeto de innumerables atentados terroristas y la población veía un gobierno incapaz de controlar la ola de terror. “Un aeropuerto internacional atacado con bombas, un embajador asesinado, una masacre en un club nocturno. Estos y muchos otros ataques muestran cómo Turquía ha sido golpeado duramente por el terrorismo”, fundamentalmente de origen kurdo[13]. Las victimas son civiles inocentes y se ha creado en el país un clima de inseguridad y de desprotección por parte del estado a la población[14].

Un sector particularmente afectado por las violaciones a los derechos humanos con las mujeres: HRW entrevistó a mujeres y niñas de 14 y 65 años quienes describieron que fueron violadas, apuñaladas, pateadas en el abdomen durante el embarazo, golpeadas con martillos, palos, etc. eran encerradas sin ningún recurso junto con perros y otros animales. El 42% de las mujeres han sufrido violencia física y/o sexual (Human Rights Watch, Mujeres desprotegidas durante la violencia).

El temor a las organizaciones de derechos humanos también motiva a la represion del gobierno turco. Hace pocos días el gobierno turco se ha atrevido a hacer lo que gobiernos como el Cubano o el chino no hacen. Un Juez en Ankara (mostrando que el poder judicial está totalmente sometido a Erdogan) orden la detención de la principal dirigente de Amnestia Internacional. Idil Eser una internacionalmente conocida activista por los derechos humanos fue detenida sin plazo conocido. Junto a ella fueron detenidos el ciudadanos sueco Ali Chravi, el alemán Peter Steudner y 3 ciudadanos turcos (www.proceso.com.mx) ¿Que hacían estos defensores de derechos humanos? Capacitaban en derechos humanos. Lo que para el actual regimen y sus jueces es una actividad terrorista. Las protestas mundiales han arreciado. Pero el gobierno de Erdogan esta inmutable.

4.5. Otro elemento explicativo es la presencia del pensamiento de Gulen, un promotor desde el Islam de la paz, el dialogo, la educacion y la cooperación. Ello irrita a las fuerzas , mas intolerantes y fanáticas del mundo turco.

En el mundo del Islam son muy pocas las organizaciones como la dirigida por Gulen  (el movimiento Hizmet), que optan por el dialogo y la paz con occidente. El jesuita Thomas Michel, SJ, Secretario para el Dialogo religioso de la Compañía de Jesús, sostiene: “El movimiento cuya guía e inspiración es Fethulla Gullen ofrece a los musulmanes la forma de vivir los valores islámicos en el contexto de las complejas exigencias de las sociedades modernas. (…) el movimiento se ha propagado con rapidez gracias a sus colegios, sus actividades culturales y mediáticas y sus proyectos sociales (…) El Sr Gullen afirma que la tolerancia, el amor y la compasión son valores genuinos que los musulmanes aportan al mundo moderno[15]. Un movimiento de este tipo y capaz de impactar en la cultura islámica de millones de musulmanes tiene como acérrimos enemigos a los musulmanes intolerantes. Y por supuesto, a los terroristas con los que no solo ha deslindado sino que, en el plano de las ideas, ha combatido. Existe, en la política turca, muchos movimientos políticos influenciados por esa concepción del islam anti-tolerante y enemiga de occidente, al estilo de ISIS. Lo radical es enemigo de movimientos culturales islámicos como el originado en el pensamiento de Gullen.

Estos hechos explican la actual crisis en Turquía, la huida masiva de refugiados de Siria y sus repercusiones, la presencia de grupos terroristas y radicales en Turquía, la crisis económica y social en ese país y el carácter pacífico del Movimiento Hizmet. Todo ello se sumó y genero una situación donde el Presidente Erdogan hizo efectivo su rechazo al movimiento Hizmet. Ello en el marco de una masiva violación a los derechos humanos, donde miles de personas son perseguidas, procesadas, torturadas, expulsadas de sus centros de trabajo. Con ello el primer mandatario turco se construyó un rival que iba más allá de los supuestos golpistas e incluía a los sectores más interesantes de la intelectualidad y la fe islámica. Con ello se inició una persecución que aún no termina en Turquía. Es imprescindible practicar una solidaridad y dar testimonio de nuestro compromiso con la democracia, la tolerancia y los derechos humanos.