Los culpables de la administración de justicia

La influencia de actores externos y cuestionadas decisiones judiciales han contribuido a una profunda crisis de confianza, con impactos que aún se hacen sentir en nuestra sociedad.

Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo
Periodista: Reg.-N°. -4654-


Es muy evidente que, en la Junta Nacional de Justicia, JNJ, está socavando y degradando nuestro sistema nacional. Es muy obvio que, detrás de cada uno de los integrantes existe una politizada herramienta creado por este desequilibrado Martín Vizcarra Cornejo, con el propósito de desgastar el Estado de Derecho, cuyo objetivo fue, y es de convertir al Poder Judicial y al Ministerio Público en meros instrumentos. Hay que subrayar estos integrantes están orientados a la manipulación de la opinión pública nacional, de acuerdo a los intereses políticos que influyan en la figura de la indicada Junta. Por lo consiguiente, es un órgano cuyo modelo resulta ser inservible para la apropiada aplicación de la Justicia, tanto en este como en cualquier país. Excepto, indiscutible está en Irán, China o Cuba, Nicaragua, en aquellos estados de corte tiránico.


Hay indicaciones claras que se sospecha que, la Fiscalía ha sido cedido al inefable Gustavo Gorriti, personaje que obedece a uno de los hombres más poderosos de la tierra — George Soros— con desvergonzados intereses mercantilistas e inocultables inclinaciones políticas hacia la siniestra izquierda, quien actúa como la antesala de nuestra Justicia.


Deplorablemente ha sido posible, aunque repudiable para nuestra sociedad, que tamaño decepción jurídico como el que ha sufrido nuestro país por el controvertido caso de Lava Jato haya servido para alimentar mentes sinuosas y habilidades perversas de sujetos que se hacen llamar fiscales como; Pablo Sánchez Velarde, Rafael Vela Barba, José Domingo Pérez Gómez, Zoraida Ávalos Rivera, etc., etc. Y que aquello haya dado paso a que la Fiscalía maniobre a la opinión pública, arrendando a articulistas y orientando la línea política e informativa de varios medios de prensa — RPP, La República, El Comercio, RPP, canales 2, 4, 5, 8, 9, 10— para, a cambio de surtirlos de información “preferidas”, estos auspicien un Blitzkrieg politizado —acoplamiento por el Ministerio Público— para neutralizar las multimillonarias responsabilidades penales y civiles en que incurrieron tanto Odebrecht como su socio principal en el Perú, José Alejandro Graña Miró Quesada. Este último, principal accionista individual de El Comercio, periódico abanderado de ese miserable albañal de alcantarillado en que los citados fiscales de la nación han convertido al digno Ministerio Público que inauguró don Gonzalo Ortiz de Zevallos Roedel, gracias a la iniciativa del entonces presidente, don Fernando Belaúnde T.


Resaltamos, por culpa de Pablo Sánchez, José Domingo Pérez, Rafael Vela, Pablo Sánchez, Zoraida Ávalos, etc., Odebrecht quedará impune tras haber corrompido a cinco mandatarios peruanos; ministros de Estado, la alcaldesa Susana Villarán; legisladores, periodistas, abogados, etc.; entregándoles millonarios montos de dinero robado al país vía las sobrevaluaciones de obras que construyó, gracias a sendas licitaciones amañadas. ¡Todo aquello ha producido la peor crisis sociopolítica de nuestra historia! Probablemente obtengamos un premio por exhibir el mayor número de presidentes (seis) juramentados en apenas siete años. Y esta crisis continúa…
La mega corrupta empresa Odebrecht se prepara a demandar al Perú por miles de millones de dólares, por culpa de estos fiscales; José Pérez, Rafael Vela, Pablo Sánchez, Zoraida Ávalos y otros sujetos que, apenas vuelva la Justicia al Perú, purgarán largas condenas.