La ciudad ucraniana Irpin, ubicada dentro de Kiev, es uno de los lugares más bombardeados y deshabitados desde el inicio de la guerra con Rusia. Sus habitantes huyeron a causa de los ataques rusos. Ahora, solo se escucha a los pájaros carpinteros golpeando los árboles y misiles que revientan cerca.
Mikola Pustovit, un habitante de Irpin de 69 años, camina largos tramos con su esposa para conseguir un lugar seguro. Para él, lo que está sucediendo es una tortura. Tenía la esperanza de que los conflictos se desarrollen lejos de la ciudad, “pero ahora, después de tantos bombardeos, es insoportable”.
Se calcula que un 20 % o 30 % del lugar está en manos rusas. Por otro lado, Bucha, que está a unos cuántos kilómetros, ya se encuentra en manos del invasor. De esa manera, se refleja la violencia en Irpin. Por un lado, reporteros de la AFP pasaban un puente de manera improvisado y por el otro, fuerzas ucranianas levantaban a los cadáveres de tres de sus colegas.
Iryna Morozova, una mujer de 54 años que ha sufrido la destrucción de su casa a raíz de los bombardeos y no desea huir por sus perros. Morozova se encarga de ayudar a los perritos que han sido abandonados por sus dueños, quienes huyeron.
