El supuesto secuestro que movilizó a toda una comunidad
El 30 de mayo, la comunidad de Alto Yurinaki, en la provincia de Chanchamayo, se vio sacudida por la noticia de la desaparición de su líder, Javier Jaime Abel Cruz. Mensajes enviados desde su propio celular alertaban sobre un presunto secuestro y exigían un rescate de 50 mil soles para su liberación. La fiscal comunal, Mery Anita Espíritu Victoriano, presentó la denuncia ante la comisaría de Perené, iniciando una intensa búsqueda por parte de la Policía Nacional del Perú (PNP) y generando preocupación entre los comuneros.
Inconsistencias y contradicciones revelan la verdad
Las investigaciones policiales comenzaron a detectar inconsistencias en la versión del supuesto secuestro. El rastreo del celular de Cruz indicaba que se encontraba en la selva central, y posteriormente, en Huancayo, mientras los mensajes afirmaban que estaba retenido en Cerro de Pasco. Además, el número de cuenta bancaria proporcionado para el depósito del rescate estaba a nombre del propio dirigente. Estas contradicciones llevaron a la PNP a sospechar de la veracidad del secuestro.

Confesión y consecuencias legales
El 2 de junio, Cruz fue encontrado en Huancayo, cerca de una agencia bancaria, y llevado a la comisaría central. Inicialmente, afirmó haber sido secuestrado por seis sujetos que lo mantuvieron cautivo en los cerros de Huánuco. Sin embargo, durante el interrogatorio, confesó que todo había sido una farsa para obtener dinero y cubrir gastos médicos de un familiar. El coronel PNP Ángel Leo, jefe de la División de Investigación Criminal (Divincri) de Huancayo, informó que Cruz podría enfrentar cargos por simulación de delito o tentativa de estafa, con una posible condena de hasta dos años de prisión.
Reacciones en la comunidad y próximas acciones
La confesión de Cruz ha generado indignación entre los comuneros de Alto Yurinaki, quienes confiaban en su liderazgo. El Ministerio Público continúa con las diligencias para determinar las acciones legales correspondientes. Este caso ha puesto en evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y transparencia en las comunidades nativas, así como de brindar apoyo a sus líderes para evitar situaciones similares en el futuro.